Alerta de Harvard: estos son los tres cambios que tienes que hacer en tu vida para cuidar el corazón

Se trata de tres hábitos que van a resultar fáciles de llevar a la práctica en tu vida diaria. En realidad son pequeños cambios que suponen un gran beneficio para la salud del corazón.

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Trabajar las relaciones sociales evita el aislamiento y la soledad, factor de riesgo cardíaco.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Todo lo que afecta a la salud del corazón interesa y no es para menos. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo. Unos hábitos de vida saludables podrían evitar un 80% de los infartos. Hacer ejercicio, dormir bien y seguir una dieta cardiosaludable son los principales pilares para cuidar el corazón. Pero no siempre hay tiempo para practicar deporte a diario, el estrés muchas veces no nos deja dormir de un tirón y llevar una alimentación super saludable puede resultar complicado.

Lo más práctico es incluir pequeños cambios en nuestra vida diaria que no nos supongan un gran esfuerzo y el corazón lo agradezca. Si no tienes tiempo de ir al gimnasio, camina hasta el trabajo o coge el tren o el metro dos paradas más lejos, subir escaleras...

Esto seguramente ya lo sabes, pero hay tres sencillos cambios que puedes incluir en día a día y que son sumamente beneficiosos para el corazón según alertan expertos de Harvard.

Queda con gente en persona

Los correos electrónicos, el whatsapp, las redes sociales o las reuniones de Zoom se han convertido en una forma habitual de comunicarnos con los demás, ya sea en el trabajo o con los amigos. Está demostrado que todo ello puede favorecer el aislamiento y la soledad, dos factores que están relacionados con la enfermedad cardíaca, el infarto y el ictus según la Asociación Estadounidense del Corazón.

Para combatir el aislamiento, los expertos de Harvard aconsejanencontrar huecos para tomar un café, desayunar o hacer una caminata rápida con algún colega, amigo o familiar.

"El tiempo que pasas cara a cara te ayuda a conectarte con los demás y puede hacerte sentir menos aislado. Es por eso que algunos médicos están empezando a hacer 'prescripciones sociales', incluida la sugerencia de hacer algún voluntariado u otras actividades para construir relaciones sociales en persona", explica Matthew Lee, sociólogo e investigador de Harvard.

Un estudio de este autor publicado en International Journal of Public Health sugiere que tener relaciones sociales reduce el riesgo de depresión o ansiedad, dos factores de riesgo de enfermedades cardíacas o que empeoran dichas enfermedades si ya se sufren.

Cambia tus desayunos

El desayuno es una de las comidas que peor hacemos. En la comida nos esmeramos más y las cenas suelen ser más ligeras, pero en los desayunos de muchos españoles abundan los cereales refinados y los azúcares. El típico café con leche con un cruasán favorece el aumento de peso, el colesterol y el azúcar en sangre.

Cambia el pan blanco o la bollería por alimentos ricos en fibra como el pan de centeno o de trigo sarraceno, cereales como la avena integral, fruta, nueces o semillas.

La fibra no solo va bien para el estreñimiento. También atrapa y limpia el colesterol de las arterias, combate la inflamación crónica de las arterias, y controla el azúcar en sangre reduciendo el riesgo de diabetes, factores que aumentan el riesgo de infarto e ictus.

Invierte unos minutos de tu tiempo en meditar

¿Qué haces cuando tienes unos minutos libres? Probablemente los dedicas a mirar el móvil, como hace la gran mayoría de la gente. Los expertos sugieren que si invirtiéramos esos minutos en meditar nuestras salud ganaría, en especial la de corazón.

Los estudios apuntan que las personas que meditan tienen niveles más bajos de colesterol, glucosa y presión arterial; y también sufren menos ictus y enfermedad de las arterias coronarias.

La razón es que la meditación, practicada entre 10 y 20 minutos al día, desencadena una respuesta de relajación en el cuerpo que reduce la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, el consumo de oxígeno, los niveles de adrenalina y los niveles de la hormona del estrés cortisol.

Si no has meditado nunca, los expertos de Harvard aconsejan estas  formas sencillas de iniciarte:

  • Siéntate en silencio con los ojos cerrados y concéntrate en tu respiración, sin intentar apartar los sonidos que oyes o los pensamientos que surgen en tu cabeza.
  • También puedes escuchar una meditación guiada que utilice imágenes mentales para ayudar a relajarte; o bien escuchar una grabación de sonidos relajantes, como olas, un arroyo o una lluvia suave.