Alerta por los ahogamientos en España: esta es la palabra que tienes que gritar si ves que alguien se está ahogando

Cada año mueren decenas de personas ahogadas en playas y piscinas. Conocer las situaciones de riesgo y saber cómo actuar si percibimos que alguien se está ahogando puede salvar vidas.

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Ahogar en el mar
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Las causas de ahogamiento más comunes tienen que ver con infravalorar o ignorar los riesgos del agua.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

España registra una media de 400 ahogamientos cada año. Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), el pasado mes de mayo se produjeron 54 muertes por esta causa y fue el segundo mes con más fallecimientos por esta causa desde que se tienen registros.  El pasado fin de semana, al menos 12 personas han perdido la vida en playas y piscinas. ¿Por qué se producen tantos ahogamientos en el agua? ¿Cómo hay que actuar si presenciamos un ahogamiento?Daniel Arrabal, profesor del Centro Profesional de la Universidad Europea, contesta a las preguntas de Saber Vivir.

¿Cuáles son las causas más comunes de ahogamiento en el mar o la piscina?

Las causas más comunes tienen que ver con infravalorar o ignorar los riesgos e incluso desatender a personas, en especial a los niños.

Otra de las causas es el exceso de confianza que lleva a exponerse a situaciones de riesgo y, en muchos casos, a que no ser capaz de afrontar las dificultades que aparezcan, como por ejemplo niños que avanzan a la zona profunda sin dominar aún el medio acuático y que son incapaces de volver a la zona poco profunda o a la zona segura como pueda ser el bordillo. También la facilidad de acceso a situaciones de riesgo en las playas o lugares sin vigilancia.

¿Qué hay que hacer si percibimos que una persona se está ahogando?

Lo primero y más importante es pedir ayuda. Pedir ayuda no es llamar al 112 como muchos de mis alumnos piensan en un principio, sino dar un grito "AYUDA" a alguien que nos pueda echar una mano por si lo necesitáramos para sacar a la persona o llamar a los servicios de emergencia mientras nosotros actuamos. Incluso aunque no haya nadie cerca o no podamos ver a nadie hay que gritar "AYUDA".

Tras pedir ayuda deberíamos proseguir con la secuencia de actuación, en la que tendríamos que percibir correctamente dónde se encuentra la persona y en qué situación, analizar todo el entorno y tomar las decisiones oportunas para poder intervenir de la manera más satisfactoria posible y sin ponernos en riesgo a nosotros mismos, a la víctima o a terceros.

Lo ideal es que la persona que actúe pudiera tener conocimientos sobre la materia, como es el caso de los socorristas. De hecho, creo que debería ser una asignatura o parte de contenidos de alguna asignatura que se desarrolle en el currículo de primaria, junto con primeros auxilios básicos incluyendo la reanimación cardiopulmonar (RCP), ya que son maniobras muy sencillas de enseñar de forma básica y que pueden salvar muchas vidas.

Cada vez hay más evidencia de personas que sobreviven a situaciones de paradas cardíacas o atragantamientos por la actuación de alguien que lo ha presenciado y ha podido actuar con conocimientos básicos, incluso actuaciones de niños.

¿Es un error pensar que los niños tienen más riesgo de ahogamiento que los adultos?

No es un error para nada. Los niños no tienen la capacidad de percibir ciertas situaciones de riesgo ya que su aprendizaje y sus experiencias son más reducidas que los adultos. Además, su naturaleza exploradora de nuevas situaciones hace que todavía tengan más riesgo.

¿Qué personas tienen más riesgo de ahogarse en el agua?

Los grupos de población que suponen un mayor riesgo, por lo general, en el medio acuático son los siguientes:

  • Niños pequeños.
  • Personas mayores.
  • Personas con enfermedades o problemas de salud.
  • Personas con discapacidad física o psíquica.

¿Qué habría que hacer y no hacemos para reducir los ahogamientos en el agua?

Uno de los colectivos con más riesgo, como ya he dicho, son los niños. Aunque es de sentido común, uno de los aspectos más importantes es que nunca se deje a un niño solo, sin atención, en un espacio en el que haya agua, sea de la profundidad que sea, ya que pueden ocurrir situaciones en las que podría ahogarse.

No me refiero solo a situaciones en que no sepa nadar y se meta en la piscina y no haga pie y no pueda salir sin ayuda; sino que podría estar jugando en una piscina que haga pie, incluso sabiendo nadar, y sufrir un desmayo o un golpe que le deje inconsciente y ahogarse.