Las radiaciones pueden afectar al núcleo de las células y provocar cambios moleculares y aparición de tumores.
Al principio de la invasión rusa de Ucrania sonaron las alarmas en los centros de control de energía atómica en todo el mundo. Habían aumentado los niveles de radiación tras la toma de Chernóbil por el ejército ruso. Los niveles no eran tan altos como para pensar que había un escape en la central, pero sí de que pasaba algo.
Según los expertos, el movimiento del armamento pesado a su paso por Chernóbil ha levantado de nuevo el polvo radiactivo que cubre el suelo de los bosques que rodean la central. Ese polvo es muy peligroso. Por eso la zona está vetada.
Según fuentes ucranianas, Rusia está empezando a pagar las consecuencias de no hacer caso a las advertencias de los expertos. Ya han evacuado a 300 soldados de la zona con claros síntomas de haberse contaminado.
¿Por qué puede volver a contaminar?
Como sabes, Chernóbil es aún hoy la fuente de contaminación nuclear más importante del mundo, desde que estalló la central en 1986. Aquel desastre extendió una nube radiactiva por toda Europa. Se pudo sellar la planta afectada con un cofre de cemento. Una solución parcial, y 35 años después el área tiene unos niveles de radiación hasta miles de veces más alta que la radiación natural medioambiental.
El paso de tanques y camiones y el cavar trincheras levantó polvo radiactivo del suelo que ha afectado a las tropas rusas
No es una situación homogénea. En los 2.600 kilómetros cuadrados de la zona de exclusión, hay espacios más o menos radiactivos. Los vehículos pesados están pasando por las rutas junto a la orilla del río Prypiat. Es una zona muy contaminada pues se acumulan los vehículos que usaron los operarios que trabajaron para cerrar la fuga de la central.
Pero la zona más peligrosa es el llamado bosque rojo, los cerca de diez kilómetros de pinar que rodea a la central. Se llama así porque tras la explosión, los árboles se tiñeron de rojo por la radiación. Se talaron los árboles, pero la zona sigue siendo muy peligrosa por el manto radiactivo, hasta el punto de que los trabajadores que controlan la central tienen prohibido pasear por allí.
Siempre según fuentes ucranianas, los soldados rusos despreciaron las advertencias en su avance. Además de ocupar el bosque rojo, pueden haber cavado trincheras en el terreno levantando aún más polvo radiactivo.
Qué les pasa a los soldados contaminados
Las fuerzas ucranianas no han querido plantear batalla en esa zona. Además, en las operaciones de defensa los oficiales ucranianos han ordenado constantes remplazos entre sus tropas para que no estuvieran mucho tiempo en el área.
Las tropas rusas han ocupado la zona de Chernóbil porque les interesaba estratégicamente. Es uno de los accesos más directos a la capital, Kyiv, desde la frontera de Bielorrusia. Es probable que en sus planes iniciales no estuviera previsto que se quedaran atascados en el avance y que su paso por la zona de Chernóbil fuera tan prolongado.
El hecho es que las tropas rusas ya han empezado a sufrir las consecuencias del polvo radiactivo en suspensión. El gobierno ucraniano asegura que están llegando autobuses al centro de medicina radiológica de de Gomel. Esta ciudad bielorrusa está muy cerca de Chernóbil y sufrió también directamente las consecuencias del accidente nuclear, por eso están muy preparados para tratar sus consecuencias.
El síndrome radiactivo agudo que padecen ya se nota en vómitos, dolor de cabeza y diarrea
La agencia de noticias bielorrusa también confirmó que están llegando tropas con el llamado síndrome radiactivo agudo, los síntomas de haber recibido altas dosis de radiación. Los efectos más visibles son náuseas, diarreas, vómitos y dolor de cabeza.
Sin embargo, los problemas más graves llegan más adelante, con unos riesgos muy altos de padecer cáncer. Los especialistas consideran "suicida" quedarse en el bosque rojo, porque el polvo radiactivo entra directamente en los pulmones.
¿Qué tipo de radiación es?
Las personas que se mueven en la zona próxima a la central nuclear llevan medidores para comprobar los niveles de radiación. Es de suponer que los soldados rusos, además de verse obligados por las órdenes, sean tan jóvenes que desconozcan la historia y los peligros reales de la zona.
A finales de febrero, el Parlamento ucraniano confirmó “un aumento de rayos gamma en un número significativo de puestos de control” dentro de la zona de exclusión.
“Los rayos gamma parecen haber aumentado unas veinte veces las cifras de días atrás. Son niveles más altos de lo normal, pero no especialmente altos”, ha ratificado la profesora Claire Corkhill, experta en degradación nuclear en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y miembro del equipo internacional que ha trabajado en Chernóbil.
Los rayos gamma son uno de los tipos de radiación que se producen en las reacciones nucleares. Es una radiación de muy alta frecuencia que lleva fotones, a diferencia de la radiación beta, que lleva electrones. Se utiliza con muchos fines. Los rayos gamma, por ejemplo, permiten esterilizar equipos médicos o alimentos por su poder destructor. También se usan en tratamientos de cáncer.
- Estos rayos tienen la capacidad de penetrar muy profundamente en la materia.
Están presentes en la naturaleza. Los rayos solares tienen rayos gamma, aunque en muy bajo nivel, pues la mayoría los absorbe la atmósfera.
La diferencia en el caso de los residuos nucleares son los niveles con los que llegan a las personas. Son radiaciones que pueden afectar al núcleo de nuestras células. Provoca cambios moleculares y la aparición de tumores.
Hasta dónde llega la radiación
Más allá de la zona de exclusión de la central y de los jóvenes soldados que están acampados en el área, el resto de la población europea, incluso la ucraniana, no va a tener dosis preocupantes.
“La dosis media es de 65, en comparación si cogieras un vuelo trasatlántico recibirías una dosis de 13. Por tanto es alta pero no preocupante”, ha explicado Corkhill.
La central de Chernóbil acaba de ser tapada con una segunda estructura y es poco probable que haya una fuga
¿Y qué pasa en la central en sí? “El material radiactivo del reactor está enterrado en un nuevo bloque. Parece muy improbable que pueda salir radiación de allí si no ha sido objeto de un ataque directo”, tranquiliza la profesora Corkhill.
Las guerras crean incertidumbres lógicas. Pero de momento parece que Rusia se retira de Chernóbil y los combates no han puesto en riesgo directo la central.
La profesora Corkhill ve otro problema a largo plazo. “Se necesitan cincuenta años más de programa de limpieza para asegurar la zona y lo que me da miedo es que la guerra retrase esto”, ha señalado.