Las noches de calor aumentan el riesgo cardiovascular de hombres, pero no de mujeres

Los hombres entre 60 y 64 años tienen ahora más riesgo de sufrir algún accidente cardiovascular las noches tórridas de verano debido al calentamiento global. Sin embargo, según un estudio, este aumento del riesgo de mortalidad no afecta a los hombres de más edad o a las mujeres.

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Las noches de calor aumentan el riesgo cardiovascular de hombres, pero no de mujeres
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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El calentamiento del planeta está teniendo repercusiones de todo tipo, también en la salud de las personas. El aumento de las temperaturas preocupa a los médicos especialmente por la afectación que puede tener en las personas más mayores.

Pero no solo ellas se pueden ver afectadas. Un estudio de la Universidad de Toronto (Canada) ha alertado sobre la repercusión que las noches calurosas de verano puede tener en el riesgo de muerte por causas cardiovasculares en los varones sexagenarios.

Atención a la franja de 60 a 64 años

Los investigadores examinaron la relación que podía haber entre esas noches tórridas de verano y el número de muertes por accidentes cardiovasculares, como infartos e ictus en personas de entre 60 a 70 años. Para ello utilizaron datos estadísticos de salud en el Reino Unido. Los compararon con las cifras en días de verano menos cálidos.

Por cada grado que aumenta la temperatura hay un 3,1% más de muertes entre los varones de la franja de 60 a 64 años

El principal hallazgo es que cuando la temperatura sube un grado respecto a la temperatura habitual de verano había un incremento del 3,1% del riesgo por muerte cardiovascular.

  • Este aumento de la mortalidad no es general, sino que se centra en el grupo de hombres en la franja de edad entre los 60 y los 64 años.
  • En cambio, no se producía entre las mujeres ni tampoco entre los hombres de la franja de 65 a 69 años.

La investigación, presentada en la revista científica British Medical Journal, supone un cambio respecto a anteriores estudios, que habían analizado el riesgo cardiovascular de las olas de calor sin hacer distinción por edad o género.

¿Por qué aumenta el riesgo cardiovascular?

Los problemas cardiovasculares se asocian más al frío, dado que el corazón se adapta mejor al calor que al frío. Sin embargo, estudios como este reflejan que las temperaturas excesivas también pueden producir problemas. La principal razón está en el riesgo de deshidratación durante las olas de calor.

El cuerpo intenta equilibrar la temperatura corporal. Para ello utiliza el sudor. La falta de líquido y de capacidad de sudar puede alterar ese mecanismo termorregulador. Eso puede provocar a su vez una bajada drástica de la tensión arterial.

Esa es la razón por la que los médicos no recomiendan que las personas con más riesgo, como la insuficiencia cardiaca, eviten los esfuerzos físicos durante las horas de temperaturas más altas. El corazón de estas personas tiene menor capacidad de aclimatarse y equilibrar el calor corporal. Además, entre la medicación que toman están los diuréticos que también reducen su capacidad de sudoración.

Mejora con políticas sanitarias

Los investigadores de Toronto estudiaron las estadísticas de junio y julio, cuando hay más olas de calor en el Reino Unido, entre los años 2001 y 2015. También las compararon con datos del condado de King, en el estado de Washington, donde hay condiciones climáticas similares. En este caso, los datos fueron diferentes.

  • La mortalidad subía un 4,8% por cada grado. Se repetía el parámetro, que solo afectaba a los varones menores de 65 años.

La diferencia es que la tasa de mortalidad mostraba un sustancial descenso a la medida en los últimos años. Los autores atribuyen este cambio a la aplicación de una mejor política de salud cardiovascular.

Cuando se mejora la educación en salud también se nota la reducción en la cifra de muertes

Considerando la creciente probabilidad de veranos extremos, nuestros resultados invitan a tomar medidas preventivas y nuevas políticas urbanas para reducir el riesgo”, apuntan los autores del estudio. Estas mejoras pasan por una mayor concienciación entre la población de la necesidad de hidratarse, de evitar esfuerzos y de hacer revisiones regulares.

Hay que dormir siete horas

Las noches de calor también pueden repercutir en la calidad del sueño, que es otro factor que los especialistas destacan como elemento necesario para una salud cardiovascular, como lo son también la hidratación y la dieta y el ejercicio.

Otra investigación previa del Hospital Henry Ford de Detroit (Estados Unidos) había constatado que las personas que duermen de media 7 horas por noche tenían menos probabilidad de morir por infarto o ictus.

Según apuntaban, se trata de un riesgo pequeño y acumulativo. Es decir, no por dejar de dormir cuatro días en verano va a aumentar las posibilidades de padecer un infarto. No obstante, es un elemento que hay que considerar y que suma a todas las otras cosas que podemos hacer para reducir ese riesgo cardiovascular.