El teletrabajo obligado, y decimos obligado porque en la situación de pandemia que nos encontramos son muchas las personas que se han visto abocadas a teletrabajar desde casa, está teniendo un impacto en la salud física y mental de los trabajadores españoles.
Probablemente porque en España teníamos poca experiencia (o más bien nula) en teletrabajo y no hay apenas normativa reguladora. En definitiva, que hemos teletrabajado "sobre la marcha". Trabajadores y empresarios han tenido que improvisar. Y esa improvisación ha pasado factura.
Un estudio elaborado por especialistas en ergonomía y en salud laboral de Fellowes a partir de encuestas realizadas a personal de oficina que ha tenido que trabajar desde casa durante al menos 4 meses por la pandemia revela que teletrabajar no ha sido tan idílico como imaginábamos.
Sensación de desamparo
Hay mucha literatura (y más que se ha publicado en estos meses de pandemia) respecto a la importancia de crear un entorno adecuado en casa si teletrabajas. Buena luz, silla adecuada, equipo informático... No siempre es fácil y cuesta dinero.
En este sentido, el estudio revela que muchos trabajadores se han sentido desamparados:
- El 55% de los españoles cree que sus empresas no les han ayudado a crear un espacio de teletrabajo saludable desde que empezó la pandemia.
- Solo a un 45% se les pidió completar una evaluación de riesgos en su puesto de trabajo en casa.
- Un 74% tuvo que costear de su propio bolsillo su equipo de oficina en casa, gastando una media de 625 euros.
De ahí que un 30% piense que la preocupación de su empresa por la salud y el bienestar del trabajador sea nula y un 20% cree que sea la justa.
En resumen, que la mayoría de encuestados cree que su bienestar es lo último que valora la empresa, por detrás de la productividad, los resultados o el trabajo en equipo.
Se hacen más horas trabajando en casa
¿Dónde trabajas mejor en casa o en la oficina, o dónde haces más horas? Según los resultados del estudio de Fellowes, la balanza está muy descompensada y el teletrabajo es el que sale peor parado. Los entornos de trabajo inadecuados y la presión laboral son los culpables:
- El 64% afirma que trabaja más horas desde casa que desde la oficina.
- El 61% asegura que su puesto de trabajo en casa provoca más dolores y tensiones que el de su oficina.
- El 21% reconoce trabajar desde la mesa y la silla de su comedor, el 3% desde el sofá y el 2% desde su cama.
La salud se resiente
La encuesta revela también las principales dolencias derivadas del teletrabajo. O mejor dicho, del teletrabajo realizado de forma inadecuada:
La salud física se resiente, pero la mental también:
- Un 37% de los encuestados confiesa que se sienten solos y aislados.
- Un 52% afirma que se siente estresado y con ansiedad debido a la necesidad de estar siempre conectado por miedo a que piensen que no está trabajando.
"La falta de supervisión crea un nivel de autoexigencia que invita a la necesidad de estar siempre conectado y mostrarse productivo con el fin de obtener una valoración positiva que antes se obtenía con el contacto físico y la supervisión oportuna, algo que con el teletrabajo no ocurre", explica Javier Cantera, doctor en Psicología, Presidente de la Fundación Personas y Empresas y Presidente de Auren Consultores.
El teletrabajo ha pecado de improvisación. Y en esta cuestión el 82% de los encuestados están de acuerdo: el gobierno debería haber prestado atención a este aspecto hace tiempo, como en otros países de Europa donde está bien regulado, y seguramente se habrían evitado muchas de las consecuencias negativas del teletrabajo durante la pandemia.