Ocho millones de españoles son alérgicos al polen.
Cada año por estas fechas surge la misma pregunta: ¿cómo será la primavera para los alérgicos al polen? La respuesta afecta a una buena parte de la población: en España hay más de ocho millones de personas alérgicas a pólenes, siete de los cuales son alérgicos a las gramíneas seguidos en orden decreciente por alérgicos al olivo, a las arizónicas, al plátano de sombra, a la salsola y a la parietaria.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha dado a conocer las previsiones para este año y revela que los alérgicos al polen se enfrentan a una primavera más bien leve, a excepción del centro y el sur peninsular donde en algunos lugares puede ser moderada e incluso intensa.
Cómo será la primavera para los alérgicos al polen en España
Tras el análisis exhaustivo de los datos, se prevé que en la cornisa cantábrica, Navarra, La Rioja, el litoral mediterráneo, Almería, Cádiz, Granada, Málaga, Aragón, Castilla-León y Castilla- La Mancha (menos Toledo) la primavera sea leve.
En Madrid, Huelva, Córdoba, Jaén, Sevilla se espera que sea moderada; mientras que en Toledo, Badajoz y Cáceres será intensa.
Cómo se calcula la intensidad de la primavera
Existe una relación directa entre las lluvias, la temperatura y la humedad del otoño y el invierno, y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera.
Para calcular el nivel de intensidad de la primavera para los alérgicos en los diferentes puntos de España, se tienen en cuenta los datos de las estaciones aerobiológicas del Comité de Aerobiología de la SEAIC y de los factores climatológicos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), entre otros.
¿La lluvia es buena o perjudicial para los alérgicos al polen?
La lluvia afecta a las concentraciones de pólenes de dos formas: una de ellas beneficiosa para los alérgicos y otra perjudicial.
"A corto plazo la lluvia humedece los pólenes que hay flotando en la atmósfera, aumentando su peso y favoreciendo su depósito en el suelo impidiendo que puedan penetrar en las vías respiratorias, lo cual disminuye los síntomas de los pacientes alérgicos cuando este lloviendo", explica el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC.
"Sin embargo, a largo plazo la lluvia favorece el crecimiento de todas las plantas, sobre todo las gramíneas, lo que contribuye a un mayor desarrollo y un aumento en la producción de pólenes de gramíneas que se van a dispersar por la atmósfera en su momento de floración, con un aumento de los síntomas alérgicos", afirma el presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC
Según datos de la AEMET, el año pasado puede ser considerado como el más cálido de la serie histórica en España desde que hay registros. Por primera vez se han superado los 15 ºC de temperatura media, un 1,6 ºC por encima del promedio normal de las últimas décadas. En cuanto a las lluvias, han disminuido un 24% en el promedio normal.
Cómo influye el cambio climático
Uno de los efectos del cambio climático en la salud es el aumento de las enfermedades alérgicas por pólenes debido a tres circunstancias:
- Aumenta la concentración de polen: Los gases con efecto invernadero y sobre todo el CO2 actúan como fertilizantes de las plantas y ocasionan un aumento en la producción de los pólenes.
- Nos exponemos durante más tiempo: La subida de las temperaturas está adelantando el periodo de polinización y retrasando su finalización, incrementando así el ciclo de exposición a los pólenes.
- El polen es más agresivo: La contaminantes químicos modifican el metabolismo de la plantas, que producen más proteínas denominadas de estrés. Estas proteínas de estrés incrementan la agresividad del polen en las ciudades y en poblaciones que viven cerca de autopistas en comparación con los pólenes de zonas rurales sin contaminación. Por este motivo, en las ciudades se producen más casos de alergia a pesar de que la concentración de pólenes sea menor que en el campo. Además, los altos niveles de contaminación de las ciudades favorecen el fenómeno de inversión térmica que impide a los pólenes abandonar la atmósfera e incrementa el tiempo de exposición a ellos.
Un reciente estudio de la Universidad de Michigan publicado en Nature Communications sugiere que, para finales de este siglo, las emisiones de polen podrían comenzar 40 días antes en primavera en comparación de lo que vimos entre 1995 y 2014.
La temporada fuerte de alergia al polen sería 19 días más larga hasta que empezasen a disminuir los niveles de polen.
Además, debido al aumento de las temperaturas y de los niveles de CO2, la cantidad anual de polen emitido cada año podría aumentar hasta un 200%.
previsiones de un vistazo
Islas canarias
- Primavera muy leve
- < 200 granos/m3 (Tenerife, Las Palmas)
Cornisa Cantábrica, Navarra, La Rioja
- Primavera leve: Asturias, Cantabria, Galicia, Navarra, País Vasco, Rioja
- 1500 granos/m3 (Logroño)- 2000 granos/m3 (Oviedo, Vitoria)
- 2000 granos/m3 (Santander, Bilbao, San Sebastián, Pamplona)
Litoral Mediterráneo
- Primavera leve: Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia
- 1000 granos/m3 (Barcelona, Murcia, Palma, Tarragona)- 3000 granos/m3 (Lleida)
- 1200 granos/m3 (Alicante, Castellón, Valencia)
Centro Peninsular
- Primavera leve: Aragón, Castilla-León, Castilla- La Mancha (menos Toledo)
- Primavera moderada: Madrid
- Primaver intensa: Toledo
- 1000 granos/m3 (Cuenca, Teruel) - 4000 granos/m3 (Madrid) - 6000 granos/m3 (Toledo)
Sur Peninsular
- Primavera muy leve: Almería
- Primavera leve: Cádiz, Granada, Huelva, Málaga
- Primavera moderada: Huelva, Córdoba, Jaén, Sevilla
- Primavera intensa: Badajoz, Cáceres
- 1000 granos/m3 (Almería)- 7000 granos/m3 (Badajoz, Cáceres)