Consumo de alcohol en jóvenes y demencia: ¿conoces los peligros del botellón?

La práctica del botellón entre los jóvenes se normaliza y se banaliza. El alcohol es un tóxico que provoca daños mucho mayores por debajo de los 21-24 años porque el cerebro todavía se está desarrollando. Estudios relacionan el consumo de alcohol en la adolescencia con la demencia temprana.

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Consumo de alcohol en jóvenes y demencia
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El cerebro se desarrolla hasta los 21-24 años, por eso las sustancias tóxicas como el alcohol y otras drogas pueden provocar daños irreparables en la primera juventud.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Según la última encuesta sobre drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES), el alcohol es, con amplia diferencia, la droga más consumida entre los estudiantes de 14 a 18 años. El 73,9% reconoce haber ingerido bebidas alcohólicas en alguna ocasión en su vida, el 23,2% se ha emborrachado en los últimos 30 días y el 27,9% ha realizado binge drinking, es decir, ha tomado 5 o más vasos de bebidas alcohólicas en un intervalo aproximado de dos horas. "Este consumo de botellón es el más dañino y puede provocar daños a largo plazo, e incluso irreversibles, en el cerebro adolescente", señala el Catedrático de Farmacología Gonzalo Herradón Gil-Gallardo en una artículo publicado en The Conversation.

En España, la edad en la que empiezan a beber alcohol semanalmente los jóvenes se sitúa en torno a los 15 años.

El cerebro de un adolescente es más frágil

Un estudio del IDIBAPS realizado entre 700.000 pacientes determinó que la mitad de los trastornos mentales se inician antes de los 18 años y la otra mitad aparecen a partir de los 18 y a lo largo de toda la vida, por tanto el ritmo va decayendo. Y es a los 14 años cuando empiezan más trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad.

"Durante la adolescencia el cerebro experimenta muchos cambios. Hay regiones cerebrales que maduran antes y otras después, y esto podría favorecer el desarrollo de un trastorno mental", explicaba a Saber Vivir el Dr. Joaquim Raduà, jefe del grupo de investigación de Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (IMARD) del IDIBAPS y uno de los autores del estudio. "A medida que el cerebro madura y llega a la edad adulta es más estable. No deja de cambiar nunca, pero el riesgo de que madure mal y aparezca un trastorno mental se reduce".

 

 

El cerebro es el órgano que tarda más en madurar y se desarrolla hasta los 21-24 años. Por eso las sustancias tóxicas como el alcohol y otras drogas pueden provocar daños irreparables en la primera juventud.

De hecho, hay evidencia científica de que la aparición de demencias de forma temprana se relaciona con la edad de inicio del consumo del alcohol, apunta Gonzalo Herradón Gil-Gallardo, Decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo en The Conversation.

Más riesgo de demencia por consumo de alcohol

La demencia de inicio joven, es decir, la demencia diagnosticada antes de los 65 años, se ha relacionado con mutaciones genéticas en las familias afectadas.

Un estudio publicado en Jama Internal Medicine ha analizado los factores que aumentan el riesgo de este tipo de demencia y, después de seguir los casos de 487 participantes durante 37 años, concluye que la intoxicación por alcohol es el principal factor de riesgo de demencia temprana.

Cómo afecta el alcohol al cerebro de un adolescente

El consumo de alcohol provoca una respuesta del sistema inmunitario activando procesos de inflamación que dañan las neuronas.

Esto tiene un efecto mucho más perjudicial en el cerebro del adolescente porque, según explica Gonzalo Herradón Gil-Gallardo, "ataca a los llamados progenitores neuronales, que abundan en el cerebro adolescente. Son como células madre que se encuentran en espera de convertirse en neuronas e integrarse en las redes neuronales del cerebro. Si disminuimos las reservas de los progenitores neuronales pronto en la vida, el mecanismo de defensa contra el envejecimiento queda mermado. Y lo mismo ocurre en otras situaciones de daño cerebral: nos quedamos sin capacidad de respuesta. En estas circunstancias, es razonable pensar que las enfermedades neurodegenerativas aceleren su aparición".

Por eso la práctica del botellón aumenta el riesgo de que un joven sufra demencia prematura. Los estudios también relacionan el consumo se alcohol con la aparición del alzhéimer.

Otro estudio de la Universidad de Oxford ha demostrado que cualquier cantidad de alcohol resulta dañina para el cerebro porque afecta a la materia gris y a la sustancia blanca del cerebro. El estudio concluye que cuanto más alcohol se consume, menor es el volumen del cerebro. El encogimiento del cerebro se asocia al envejecimiento de este órgano y a la demencia.