Hay algunas personas que pasaron la covid y ahora sienten que su rendimiento deportivo ha bajado.
La pandemia no ocupa portadas. Poco a poco vamos normalizando nuestra vida y las noticias sobre la covid han dejado de ser prioritarias. La vacunación anual a partir de los 60 años y en las personas más vulnerables por otras enfermedades parece ser lo más significativo que nos dejará.
Sin embargo, no nos olvidemos tan rápido, porque aún hay aspectos de la covid que se nos escapan. Por ejemplo, los motivos por los que una parte significativa de los contagiados tienen covid persistente semanas después de pasar la infección. ¿Y qué supone la covid persistente? Por ejemplo, puede envejecerte una década a nivel deportivo.
la covid persistente puede provocar estar en baja forma
La reducción en la capacidad de hacer ejercicio debe considerarse un posible síntoma más de la covid persistente, como ya lo son el dolor de cabeza, el cansancio o la niebla mental. Es lo que han constatado unos científicos de la Universidad de California que han analizado la evolución de más de dos mil personas que habían pasado la covid.
El estudio constata que con la covid persistente tienes la capacidad física de una persona diez años mayor
Se comparó la resistencia deportiva en personas diagnosticados con covid persistente y otros de edad y condición física similar que habían pasado la covid en principio sin secuelas.
Se ha tardado tiempo en llegar a esta conclusión, puesto que, como otros síntomas, son señales sutiles y comunes a otras patologías, lo que ha hecho difícil relacionarlo directamente con la covid.
Los resultados de su estudio, presentados en la revista científica Jama, sostienen que la covid persistente puede afectar hasta el punto de que la covid “roba” a la gente el equivalente a diez años de entrenamiento físico.
El motivo está en la oxigenación de los músculos
El estudio constata que las personas con covid persistente tenían peor rendimiento deportivo y las proteínas implicadas en mantener unos niveles altos de actividad muscular se había reducido como si tuviera diez años más de los que le corresponderían por edad.
La capacidad de absorber oxígeno por parte de los músculos puede explicar esta peor capacidad de resistencia deportiva
“Una mujer de unos cuarenta años pedalea en la bicicleta como si ya tuviera cincuenta”, ha explicado el cardiólogo Matthew Durstenfeld, director del estudio.
Los participantes del estudio tenían entre 39 y 56 años. Todos llevaron a cabo un test de ejercicios para ver su capacidad física y la respuesta de su corazón. La mayoría respondiendo bien y acorde a su edad. Pero un número significativo de los diagnosticados con covid persistente no.
La explicación es que los músculos de estas personas toman menos oxígeno del torrente sanguíneo del que deberían. Esto obstaculiza una buena contracción muscular y, además, lleva a que algunas personas se vean obligadas a hiperventilar en busca de ese oxígeno que no llega.
El paciente pierde tolerancia al ejercicio
Después de pasar una enfermedad o de no hacer deporte, es normal que no se responda de igual manera al ejercicio. Pero el doctor Durstenfeld especifica que sus resultados van más allá: se observa un “síntoma de intolerancia al ejercicio”.
Saber a cuánta gente le puede estar pasando es difícil, puesto que ni las propias autoridades médicas han podido cuantificar exactamente el número de casos de covid persistente que hay.
El cardiólogo pone algunos ejemplos de cómo puede afectar. Una persona que jugaba al tenis en partidos de doble puede verse obligado a tener que jugar al golf. O una persona a la que le gustaba la natación, va a tener que combinar este deporte con ejercicios aeróbicos de bajo impacto, que le permitan rebajar el ritmo, como caminar en la zona de pie de la piscina.
No a todos los contagiados les afecta igual
Los médicos del estudio consideran que, a partir de los datos obtenidos, la reducción de capacidad de ejercicio debe incluirse entre los posibles síntomas de la covid persistente.
Hay disparidad de resultados, a unos les afecta mucho y otros no notan nada esta disminución
No obstante, la disparidad de criterios se impone. No se han podido establecer cifras objetivas, solo promedios de afectación en la disminución del oxígeno y el esfuerzo muscular. “Hay personas que sufren una profunda disminución en su capacidad de hacer ejercicio mientras que otras no notan ninguna”, señala el doctor Durstenfeld.
Los investigadores son los primeros en matizar sus hallazgos. Son “consistentes” en cuanto a que la covid persistente reduce la capacidad de ejercicio. Y más dudosos en cuanto a “la magnitud del efecto”. Hay que ampliar la investigación para saber cómo se puede ayudar a estas personas con rehabilitación. O encontrar tratamientos farmacológicos que colaboren en la recuperación.