¿Qué necesidad hay de seguir investigando vacunas cuando ya tenemos unas que funcionan bien?
Esta pregunta se la han hecho mil veces al virólogo Luis Enjuanes, director del laboratorio de coronavirus del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Siempre contesta los mismo: “El primer coche que fabricó Ford ya funcionaba, pero se arrancaba con manivela”.
- Aún hay mucho margen para conseguir una vacuna mejor.
Desde el principio ya se dijo que seguro que esta primera generación de vacunas no iba a ser la definitiva.
La inmunidad de la vacuna baja hasta cincuenta veces si se pincha
Una de estas posibles mejoras, la puede traer el equipo que dirige Enjuanes: un prototipo de vacuna nasal de una sola dosis contra el coronavirus SARS-CoV-2.
Por qué una vacuna nasal
Las vacunas que se inhalan ya existen en el mercado. Hay prototipos para la gripe. La farmacéutica AstraZeneca, por ejemplo, tiene uno.
- “La inmunidad de las vacunas de un virus respiratorio baja de cincuenta a veinte veces cuando en lugar de inhalarse se pincha”, explica Enjuanes.
Como ya sabes, estos virus básicamente entran en nuestro organismo invadiendo las células de las vías altas del sistema respiratorio, nariz y garganta. A partir de ahí, pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Es lo que hace el coronavirus.
Si conseguimos activar especialmente el sistema inmunológico en las células de las vías altas, el virus es interceptado en cuanto intenta entrar en nuestro cuerpo.
“Ni siquiera le damos opción de replicarse en los primeros estadios, por lo que también evitamos convertirnos en transmisores”, añade. Es lo que se llama una vacuna esterilizante.
Dudas sobre vacunar por la nariz
Si funciona, la vacuna del CSIC puede ser un gran avance. Una vacuna que frena que nos infectemos y que podamos infectar. Los últimos estudios de las vacunas actuales confirman que los vacunados aún tienen riesgo de contagiar a otros.
Hay un elemento a tener en cuenta. Las agencias del medicamento, encargadas de avalar las vacunas, no son muy proclives a aceptar vacunas inhaladas.
En una vacuna nasal basta con una dosis para tener total eficacia
- “La nariz está muy cerca del cerebro y hay miedo a que la vacuna pudiera cruzar la barrera hematoencefálica”, admite.
Este tipo de vacunas obliga a ser especialmente cautelosos. Por eso hasta ahora todas las vacunas que se han ensayado han sido pinchadas.
Eso también ha obligado a repetir dosis. “En cualquiera de estas vacunas, si fuera nasal, habría bastado una sola dosis”, asegura Enjuanes.
¿Se podría vacunar por la boca?
¿Y qué pasa con las personas que respiran por la boca por tener la nariz tapada? Inhalar por la boca no sería una opción.
Los virus no entran de manera tan efectiva por la boca, porque la mayoría van al conducto estomacal y el sistema digestivo es un entorno mucho más hostil para ellos.
- “Los virus tienen muchos enemigos que los inactivan en el estómago, por eso los virus intestinales son muy resistentes”, explica Enjuanes.
Mayoritariamente los coronavirus entran por la nariz y esa es la primera zona que hay que proteger, aunque la vacuna va a activar todo el sistema inmunológico de las vías altas, también la faringe.
La vacuna es una molécula de ARN (el código genético del coronavirus) al que se han quitado los genes que hacen que sea virulenta. Es decir, se replica sin causar daños.
¿Cuándo estará lista la vacuna?
Ante la posibilidad de que las agencias del medicamento mantengan sus reticencias a las vacunas inhaladas, el equipo del CSIC ya está ensayando también una versión de la vacuna pinchada y no nasal.
- De todas formas, aún faltan muchos meses para que una u otra puedan llegar al mercado.
Justo se acaba de terminar con éxito las pruebas de laboratorio y ahora empiezan con animales.
La vacuna del CSIC empieza ahora las pruebas con animales
“Al menos estaremos tres meses probando en ratones y otros tres con micos antes de que empecemos los ensayos clínicos en personas”, adelanta Enjuanes.
Los ensayos clínicos ya los conocemos:
- La fase uno, en la que se prueba la vacuna en unas pocas personas jóvenes para asegurar que es segura.
- La fase dos, con centenares de voluntarios, para comprobar la eficacia.
- La fase tres, con miles de voluntarios en varios países para confirmar la eficacia a gran escala.
No estará lista hasta entrado el 2022, como pronto. “No importa. Seguiremos necesitando nuevas vacunas. Este virus ha venido para quedarse”, añade Enjuanes.