La piel del contorno de ojos enseguida revela los signos de cansacio y malos hábitos en forma de bolsas y ojeras. También es la primera zona del rostro en la que aparecen las temidas arrugas.
Ciertamente, es una zona extremadamente delicada. La doctora María Agustina Segurado, dermatóloga y asesora de Nivea, explica las razones:
- La piel del contorno de los ojos es 5 veces más fina que la del rostro.
- Está sometida a los continuos movimientos de parpadeo y gesticulación, lo que facilita su distensión y su tendencia a la flacidez.
- Tiene menos glándulas sebáceas, por eso se deshidrata con rapidez convirtiéndose en una zona especialmente sensible.
Por eso es tan importante utilizar productos específicos para esta zona a partir de los 25 años.
Cómo aplicarlo bien
Para sacarles todo el partido, ten en cuenta las siguientes premisas a la hora de aplicarlo:
- Poca cantidad. Debes aplicar la cantidad equivalente a una lenteja en cada ojo. Poner más podría inflamar los párpados y agravar el aspecto de las bolsas.
- Con el dedo anular y desde el canto interno del ojo hacia el externo mediante pequeños toquecitos. Así, según Segurado, "se conseguirá una absorción uniforme estimulando la microcirculación y el drenaje linfático", lo que ayudará a reducir bolsas y ojeras.