Si algo hemos aprendido a lo largo de esta pandemia, es que las mutaciones de los virus pueden aumentar la gravedad de la infección y su capacidad de contagio.
Y esto es lo que ha ocurrido con el VIH, el virus que provoca el sida. Después de 50 años circulando entre los humanos, un equipo de investigadores del Instituto Big Data de la Universidad de Oxford han alertado sobre una nueva variante del VIH que lleva décadas circulando por los Países Bajos. Los resultados del estudio se han publicado en Science.
una Variante más infecciosa
Se trata de la nueva variante VB (subtipo virulento B) y se ha detectarlo en más de 100 personas de los Países Bajos.
El problema no es tanto la novedad como su mayor virulencia. Los investigadores han comprobado que los pacientes infectados:
- Tienen una carga viral muy alta. Antes de iniciar el tratamiento antirretroviral, las personas infectadas con la variante VB tenían una carga viral entre 3, 5 y 5,5 veces mayor.
- Sus defensas disminuyen más rápido. La nueva cepa provoca una reducción de los linfocitos T CD4 dos veces más rápida. El VIH ataca estas células inmunitarias, es su sello distintivo. Y esta nueva variante lo hace con mayor virulencia, por lo que el impacto en la salud del infectado es mucho mayor.
- Más contagiosa. También se observó que su capacidad de transmisibilidad a otras personas es mayor.
"El estudio muestra como un virus que lleva más de un siglo circulando entre los humanos puede seguir adaptándose, evolucionando y haciéndose más virulento", explica el investigador Joel Wertheim.
Los antirretrovirales siguen siendo efectivos
A pesar de que la nueva variante del VIH es mucho más virulenta, se ha comprobado que los pacientes evolucionan bien con los tratamientos antirretrovirales existentes, lo que resulta tranquilizador.
- Los medicamentos antirretrovirales contra el VIH impiden que el virus se multiplique (se replique).
- Esto reduce la concentración del VIH en el cuerpo, la llamada la carga viral.
- Al haber menos concentración del VIH en el cuerpo, el sistema inmunitario tiene más posibilidad de recuperarse y de producir más linfocitos T CD4, que son los que ataca el VIH.
Recordemos que al debilitarse el sistema inmunitario, la persona infectada tiene más riesgo de morir por infecciones, cánceres...
A pesar de que los infectados con la nueva variante responden bien a los tratamientos, el deterioro de sus sistema inmunitario es mucho más rápido.
Por ello, insisten los científicos, es fundamental que las personas infectadas empiecen el tratamiento contra el VIH lo antes posible.
La Organización Mundial de la Salud recuerda que si se empiezan a tomar los fármacos al inicio de la infección:
- El virus tiene menos tiempo para dañar el sistema inmunitario de una persona y poner en riesgo su salud.
- Al suprimirse antes el virus, se evita el contagio a otras personas.
Y esto sirve también para nuevas variantes. El problema es que, en general, casi un 45% de casos de contagio por VIH se detectan tarde.
Las cifras del VIH
La epidemia del sida, la enfermedad que provoca el VIH, ha provocado 33 millones de muertes desde los años 80.
- Actualmente afecta a 38 millones de personas en todo el mundo. En España, unas 87.000 personas viven con VIH, 70.000 están en tratamiento y se diagnostican 3.500 casos nuevos cada año.
Si se detecta de forma temprana y se sigue el tratamiento antirretroviral, la esperanza de vida es prácticamente igual a la de cualquier otra persona.
Pero no siempre es posible, ni el diagnóstico precoz ni el acceso a tratamientos.
Esta enfermedad hace estragos en África, donde la mortalidad por esta causa es alta en mujeres jóvenes.
Estudiar cómo muta el vIH
Estudiar la evolución de un virus es clave para descubrir variantes más contagiosas o si los fármacos existentes siguen siendo efectivos.
Pero ese seguimiento estricto solo se ha hecho con el SARS-CoV-2. Con respecto al VIH, hasta ahora solo había análisis teóricos.
Se sabía que la genética de este virus muta mucho, con lo que era de esperar que una nueva variante impactara de forma diferente en la salud.
Este nuevo estudio lo ha confirmado: ha aparecido una nueva variante y es más peligrosa.