Para el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona queda aún mucho camino por recorrer para que la enfermería obtenga el reconocimiento profesional que se merece.
El 12 de mayo de 1820 nacía en Florencia Florence Nightingale, la enfermera que sentó las bases de la profesión tal y como la conocemos actualmente. Por ello, cada 12 de mayo, se celebra el Día Internacional de la Enfermería, en el que se homenajea a Nightingale y también al resto de mujeres (prácticamente el 80% del total de la profesión) y hombres que se dedican a esta labor.
- Para el Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB) queda aún mucho camino por recorrer para que la enfermería obtenga el reconocimiento profesional que se merece. Según este colegio profesional, hace falta aumentar el número de enfermeras y mejorar sus condiciones de trabajo.
El número de enfermeras en España es bastante más bajo que el de la media europea
- "Muchas veces las condiciones laborales de los enfermeros y enfermeras son precarias, con sueldos bajos, mucha temporalidad y sin opciones de promocionarse", remarca Paola Galbany, presidenta del COIB.
Unas condiciones que no se corresponden con la importancia de su labor para mejorar la salud de la población.
A más enfermeras, más salud
En España hay muchas diferencias respecto al número de enfermeras por regiones: la comunidad autónoma que más tiene es Navarra, con 8,6 enfermeras por cada mil habitantes; y la que menos, Andalucía, con 4,4 enfermeras por cada mil habitantes.
Ambas cifras quedan por debajo de la media europea, que se sitúa en 9,5 enfermeras por cada mil habitantes. Y algunos países, como Noruega, tienen hasta 18 enfermeras por cada mil habitantes.
Esto, lógicamente, acaba repercutiendo en los servicios que se ofrecen.
- "Las personas que viven en territorios con una ratio de enfermeras más elevada se muestran más satisfechas con el sistema de salud. Es decir, se sienten bien atendidas", afirma Galbany.
La mortalidad desciende en los países con más enfermeras
Pero no solo mejora la satisfacción: la evidencia científica demuestra que existe una relación entre el número de enfermeras y los resultados en salud.
- "En países donde hay más enfermeras la calidad de los cuidados es mayor, esto está internacionalmente publicado –remarca la presidenta del COIB–. La seguridad percibida por el paciente es mayor, hay menos infecciones y menos mortalidad".
- "Hemos puesto sobre la mesa, sobre todo durante esta pandemia, que cuidar cura. Es algo que las enfermeras tenemos muy claro, pero me pregunto si ocurre lo mismo en toda la sociedad", añade Glòria Jodar, directora del Área de Conocimiento y Desarrollo Profesional del COIB.
mejorar las condiciones y el reconocimiento
Teniendo en cuenta todo esto, desde el colectivo de enfermería reclaman unas mejores condiciones laborales y un mayor reconocimiento de todas sus competencias.
- "Somos el colectivo sanitario más numeroso, la columna vertebral de los centros de salud y, a pesar de ello, siguen faltando enfermeras", afirma Paloma Amil, miembro de la Junta de Gobierno de este colegio profesional.
Hace décadas que la contratación de enfermeras está por debajo de las necesidades reales de los centros sanitarios
Uno de los motivos que explica esta escasez de enfermeras es el hecho de que, en los últimos años, muchas han dejado su lugar de trabajo, ya sea porque se han jubilado, porque han decidido dedicarse a otra cosa o porque se han ido a trabajar a países en las que las condiciones laborales, y el reconocimiento, son mejores.
- Por ejemplo, desde el COIB advierten que desde principios de 2020 hasta abril de 2022 se han dado de baja voluntariamente del colegio de enfermeras barcelonés 1.327 profesionales. Una cifra muy superior a la media anual que se daba antes de la pandemia, que era de unas 400 bajas.
- A todo esto hay que sumar el descenso de la cantidad de enfermeras que tuvo lugar a raíz de la anterior crisis económica. "En 2010 se perdieron 5.200 a nivel estatal porque se cerraron muchas camas en los hospitales. Un número que a día de hoy aún no se ha recuperado", remarca Paola Galbany.
La temporalidad provoca abandonos
Una de las condiciones que favorece que las enfermeras abandonen la profesión (o decidan ejercerla en otros países) es la temporalidad de los contratos. . Por ejemplo, en 2019, el porcentaje de eventualidad entre las enfermeras del Instituto Catalán de Salud era del doble que el de los médicos.
- Aunque la pandemia ha hecho que se firmen contratos algo más estables, el porcentaje de eventualidad prácticamente no ha variado, advierten desde la entidad colegial barcelonesa.
Especializaciones no reconocidas
Existe un gran número de especialidades en enfermería (como por ejemplo la Enfermería Familiar y Comunitaria, la experta en Salud Mental o la de Cuidados Médico-Quirúrgicos).
A pesar de ello, desde el COIB denuncian que en muchos casos esta especialización no está reconocida en la categoría laboral (en la que permanecen como enfermeras generalistas), y esto también acaba repercutiendo en las posibilidades de promoción.
- "Aunque la formación de las enfermeras es continua, las opciones de promocionarse son pocas", remarca Galbany.
Una voz a escuchar en la toma de decisiones
Otra de sus reinvindicaciones es poder formar parte en la toma de decisiones a la hora de planificar las políticas de salud.
- "No todo se debe decidir en base a las ratios. Las necesidades se deben valorar en función de cada territorio, que pueden ser muy distintas, y esto podemos hacerlo muy bien las enfermeras. El problema es que no formamos parte de este proceso de toma de decisiones", afirma Glòria Jodar. Por ejemplo, en Catalunya, las enfermeras tan solo ocupan el 5 % de cargos de responsabilidad.
Las enfermeras llevan muchos meses al límite
La carga laboral que está sufriendo este colectivo debido al coronavirus es enorme: muchas profesionales han doblando turnos o han trabajando horas extra para poder atender a las personas ingresadas en los hospitales durante los momentos más críticos o para poder llevar a cabo la campaña de vacunación.
- Sin duda esta sobrecarga, y también las difíciles situaciones que han tenido que afrontar durante la pandemia, han hecho que la demanda de soporte emocional y psicológico haya aumentado notablemente. En concreto, el COIB ha detectado un aumento del 42% de este tipo de servicios durante los dos últimos años de pandemia.
"Durante la pandemia estamos trabajando al 200%", afirma sin dudarlo Paola Galbany. Un esfuerzo físico, mental y emocional que, sin duda, merece ser elogiado y, sobre todo, reconocido.
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