Se calcula que un 6% de las personas que se someten a una intervención quirúrgica sufrirá dolor crónico postoperatorio.
Puede parecer un cifra menor, pero no lo es si se tiene en cuenta que cada año se realizan más de 3 millones y medio de intervenciones quirúrgicas en España, es decir, que más de 200.000 personas padecen esta afección.
Pero, ¿por qué algunos pacientes acaban sufriendo este tipo de dolor tras una intervención quirúrgica y otros no?
Investigadores del Hospital del Mar han arrojado luz al respecto al validar un modelo predictivo que permitirá a los cirujanos y anestesiólogos predecir si un paciente sufrirá dolor crónico después de una intervención quirúrgica.
Qué es el dolor crónico postoperatorio
Es lógico pensar que cada operación quirúrgica conlleva un periodo razonable de dolor agudo postoperatorio, y que la duración puede variar en función del tipo de cirugía, pero a veces el dolor dura más de lo normal en relación a la agresión quirúrgica.
Entonces, ¿cuándo podemos hablar de dolor crónico postoperatorio? No hay un excesivo consenso sobre ello, pero lo más aceptado por la comunidad médica es que se considera así cuando:
- El dolor persiste tres-cuatro meses después de la cirugía.
- Es diferente al dolor por el cual el paciente fue intervenido.
- No puede atribuirse a ninguna otra enfermedad.
Si se cumplen estas condiciones, se puede decir que el dolor postoperatorio se ha convertido en crónico.
una herramienta predictiva del dolor
Saber si una persona es "candidata" a sufrir dolor crónico postoperatorio podría resultar muy útil a la hora de decidir estrategias para prevenirlo.
Por ejemplo, se podría optar por una intervención menos invasiva, o valorar si en realidad compensa que se someta a la intervención.
La herramienta del Hospital del Mar de Barcelona pretende ser de gran ayuda en este sentido:
- Se basa en el análisis de 6 factores antes de realizar la cirugía.
- Según el estudio publicado en la revista Pain, tiene un alto grado de fiabilidad: en 7 de cada 10 casos se cumple su pronóstico.
Sirve para saber, antes de entrar a quirófano, cómo será la recuperación en cada paciente
La utilidad de este modelo predictivo ya había sido probado en un estudio anterior con 23 hospitales y cerca de 3.000 pacientes, pero ahora se quería validar con un grupo de enfermos antes de entrar en el quirófano.
En total, se ha seguido a 1.088 pacientes durante 18 meses. Todos ellos se tenían que someter a una intervención quirúrgica por hernia inguinal, histerectomía (extracción total o parcial del útero) vaginal o abdominal, o toracotomía (apertura de la caja torácica para acceder a los pulmones).
Disponer de esta herramienta permitirá a los cirujanos y anestesiólogos poder planificar las intervenciones y optar por el abordaje más adecuado:
"Da margen a los equipos quirúrgicos para plantearse utilizar técnicas mínimamente invasivas o reconsiderar la recomendación o no de realizar determinadas intervenciones para patologías en las cuales no hay riesgo para la vida del paciente, así como para mejorar aspectos psicológicos, como la angustia y el catastrofismo por parte del paciente antes de la intervención", apunta el Dr. Antonio Montes, investigador principal y jefe de la Unidad del Dolor del Servicio de Anestesiología del Hospital del Mar.
Analizar 6 factores antes de entrar a quirófano
Esta novedosa herramienta predictiva, única en su tipo y características, analiza 6 factores relacionados con el estado del paciente antes de someterse a la cirugía:
- El tipo de procedimiento quirúrgico al que se tiene que someter.
- La edad.
- El estado físico.
- La salud mental (problemas de ansiedad o depresión),
- Si sufre dolor en el área afectada antes de la cirugía.
- Si sufre dolor en otras zonas del cuerpo.
Esta fórmula da una curva ROC (siglas en inglés de Receiver Operating Characteristic, Característica Operativa del Receptor, una representación gráfica de la sensibilidad al dolor) del 73% sobre la predicción de un paciente para desarrollar dolor crónico después de la cirugía.
en qué intervenciones funciona
Los investigadores estudiaron a los pacientes durante un periodo de 18 meses tras la cirugía para evaluar la posible aparición de dolor postquirúrgico.
- Un anestesiólogo especialista en dolor analizó si sufrían dolor postquirúgico y si este se mantenía cuatro meses después de la intervención, descartando otros posibles orígenes.
Los investigadores consideran que el modelo se puede aplicar de forma general a los cuatro procedimientos quirúrgicos analizados:
- Hernia inguinal.
- Histerectomía vaginal.
- Histeroctomía abdominal.
- Toracotomía.
Ahora estudiarán si también es aplicable a otras intervenciones.
No hay que olvidar que el dolor crónico postquirúrgico es un problema de salud de primer orden que, solo en los Estados Unidos, es una de las principales causas de consumo y adicción tanto a opioides como a analgésicos para combatirlo.