Falta amoxicilina infantil: ¿es seguro dar media pastilla de adultos a los niños?

La escasez de amoxicilina en dosis infantiles, un antibiótico habitual para tratar infecciones respiratorias como la bronquiolitis o problemas como las otitis, está provocando que se recurra a dar a los niños media pastilla de antibiótico de adultos.

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Desde el pasado mes de octubre, escasea el suministro de amoxicilina en las farmacias españolas.

Dra. Susan Judas
Dra. Susan Judas

Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

 

Desde el pasado mes de octubre, escasea el suministro de amoxicilina en las farmacias españolas, en concreto las presentaciones en dosis menores que se utilizan habitualmente para tratar infecciones bacterianas en niños, sobre todo otitis o bronquiolitis. Según la Agencia Europea de Medicamentos, en casi todos los países de Europa hay escasez.

No hay amoxicilina para niños en las farmacias

Debido a problemas técnicos de los dos principales laboratorios que suministran el fármaco (Normon y Sandoz), la amoxicilina 250mg/5mg para niños escasea en las farmacias desde el pasado otoño en países como España, Portugal, Francia, Noruega o Bélgica.

Aunque la incidencia se solucionó y los laboratorios restablecieron el suministro, el medicamento sigue faltando en muchas farmacias, probablemente porque ha coincidido el retraso en la cadena de abastecimiento y su alta demanda en época de frío ya que es en invierno cuando aumentan las infecciones respiratorias o las otitis en la población infantil.

Alternativas: los sobres o partir pastillas

La situación no es nueva y en su momento Sanidad emitió una serie de recomendaciones para que, en caso de necesidad y por ausencia del tratamiento prescrito, los farmacéuticos puedan sustituir la "suspensión oral de amoxicilina 250 mg en frasco" (el medicamento que escasea y que se presenta en forma de jarabe, por eso se receta a niños) por otras opciones. Una de ellas es la amoxicilina en pastillas de 500 mg para que el niño pueda tomar medio comprimido disuelto en agua. Para los bebés menores de 6 meses se reserva la "amoxicilina Normon 250 mg Polvo para suspensión oral en sobres".

"Esta sustitución será solamente posible mientras persista el problema de suministro con las suspensiones orales de amoxicilina", advertía en un comunicado publicado el 18 de noviembre de 2022, pero seguimos practicamente igual.

La opción de dar media pastilla de amoxicilina de 500 mg a los niños está siendo habitual desde el otoño pasado. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios alerta que si el medicamento está destinado a un niño, el farmacéutico deberá explicar que el comprimido tiene una ranura justo en medio y que es en ese punto dónde debe partirse. Después hay que disolverlo y tomarlo enseguida.

Ante esta situación, es normal que a los padres les surjan dudas: ¿realmente es seguro dar medio comprimido de amoxicilina de 500 mg a un niño?, ¿conlleva algún riesgo?, ¿qué pasa si no partimos bien la pastilla o se cuartea y le damos menos o más dosis al niño? Por no hablar de los problemas que tienen los niños para tomar medicamentos. A pesar de que los fármacos destinados a la población infantil tienen un sabor algo más agradable que los dirigidos a adultos, algunos niños los escupen o los vomitan porque no toleran su sabor, una situación que seguro que empeora si tienen que ingerir media pastilla disuelta en agua.

La Dra. Susan judas, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, resuelve las dudas a Saber Vivir.

¿Es seguro dar medio comprimido de amoxicilina de 500 mg a un niño?

Seguro sí es porque las presentaciones en comprimidos y en jarabe pasan por los mismos estudios y controles de seguridad y estabilidad. El problema es que a los niños no se les dan dosis fijas como a los adultos, si no que se calcula por peso a una dosis variable entre 40 mg y 80 mg por kg de peso al día. Es decir, un niño de 10 kg puede necesitar de 400 mg a 800 mg al día, a repartir entre 2 y 3 dosis. Si le damos la dosis máxima (800 mg al día) repartida en 3 dosis al día serían 266 mg en cada toma, por lo que se le podría dar medio comprimido de 500 mg 3 veces al día (la diferencia entre 250 y 266 no es relevante).  Pero en otros casos necesitan mucho menos o más y no es posible ajustarlo. En el jarabe, al ser 250 mg por cada 5ml, es posible hacer un ajuste más fino.

¿Conlleva algún riesgo? 

El riesgo básicamente es el de quedarse corto con la medicación o pasarse de largo, el no poder ajustar adecuadamente la toma. Riesgo por dar un comprimido de adulto a un niño no hay, más que tener en cuenta lo del ajuste de dosis.

¿Qué pasa si no partimos bien la pastilla o se cuartea? 

La ranura del comprimido ya está diseñada para que el corte sea fácil y las mitades sean parecidas; nunca serán iguales pero la diferencia, si se corta bien, es poco significativa. El problema es si el comprimido se deshace o se parte en más trozos porque es difícil saber cuánto estamos dando realmente.

¿Qué pasa si le damos menos dosis de antibiótico de la que le toca al niño?

Si damos menos dosis, puede ser que no haga todo el efecto deseado, aunque por lo general se ha comprobado que, en relación con los antibióticos, quizá estamos dando dosis algo más altas de las realmente necesarias. De todas formas, si nos guiamos por los estudios, que calculan las dosis de entre 40 mg y 80 mg por kg, el riesgo de quedarse corto es que no sea eficaz y la infección pueda hacer resistencia con el tiempo.

¿Qué pasa si le damos más dosis de antibiótico al niño?

Si nos pasamos de dosis, podemos espaciar las dosis y darlas cada 12 horas en vez de cada 8 horas. Si es un poco más alta de lo calculado por el peso, depende de cuánto sea ese exceso, ya que puede ser inocuo o ser tóxico al sobrepasar la capacidad del hígado para metabolizarlo. Esa dosis ya la calculará el pediatra para que la conversión a comprimidos orales sea lo más ajustada por peso posible.

¿qué hacer si el niño escupe, vomita o no se  traga el medicamento?

Si lo escupe o lo vomita en los 10 minutos siguientes de la toma, el comprimido no se ha podido absorber y no puede hacer efecto. La opción puede ser machacar la pastilla y disolverla con alguna bebida o mezclarla con alimentos o, a mi parecer, la mejor alternativa, es buscar una farmacia que hagan una fórmula magistral en jarabe. Es decir, que el pediatra o médico haga una receta con la concentración deseada y la farmacia hará un jarabe conforme a las indicaciones (basado en comprimidos machacados junto con un excipiente de vehículo), mucho más fácil de ajustar y administrar.