Podríamos comparar la genética con una valiosa bola de cristal que nos descubre, entre otras cosas, nuestra predisposición a sufrir enfermedades.
Tanto es así que, tal y como nos explica la Dra. Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), "cada vez se conocen más alteraciones genéticas asociadas al cáncer, y en función de la alteración que haya el pronóstico del enfermo o el tratamiento que necesita es uno u otro".
- La evidencia es tan rotunda que desde la SEOM su presidenta asegura que los test genéticos exhaustivos deberían estar disponibles en la sanidad pública española. "Es algo que en otros países ya han hecho –nos cuenta la Dra. Vera– y que en España incorporan algunos hospitales, pero tendría que estar totalmente normalizado. Hay que trabajar en una estrategia de medicina de precisión".
Los test genéticos permiten tratamientos más dirigidos en cáncer de pulmón, mama o colon
Y no solo en el ámbito del cáncer, también en el de otras enfermedades porque ayudaría tanto en la prevención como en el tratamiento de muchos trastornos.
Sin embargo, de la misma manera que un test genético es una herramienta muy valiosa, también puede tener sus riesgos si no se interpretan bien los resultados o la información que ofrece no es fiable.
Por ello, asegura la Dra. Vera, es clave la supervisión y el asesoramiento de un profesional.
El riesgo de estos test a golpe de click
Basta con perder unos minutos en la red para descubrir empresas que, enviando una muestra de saliva y realizando unos breves trámites, te ofrecen la posibilidad de:
- Conocer tu predisposición genética a desarrollar centenares de enfermedades, si eres portador de alguna patología genética que puedas transmitir a tus hijos, tu respuesta ante determinados fármacos...
- Obtener información sobre tus ancestros para descubrir tu origen étnico o parientes que tengas en otras partes del mundo.
- Saber la alimentación que mejor te va según tus genes. Son los llamados test nutrigenómicos.
- Descubrir tus aptitudes genéticas para el deporte.
La oferta de kits genéticos en la red es muy amplia
El negocio de la genética es un sector en alza que solo en Estados Unidos generó 18 millones de dólares en 2018 y detrás hay importantes corporaciones pero... ¿son todos igual de fiables?, ¿hasta qué punto pueden alarmarnos innecesariamente?
Por qué (a veces) no son de fiar
Bru Cormand, catedrático de genética de la Universidad de Barcelona, nos explica que de entrada los test genéticos que deben provocarnos mayor desconfianza son los que van directos al consumidor sin pasar por un filtro hospitalario o médico. Y hay que desconfiar por varias razones:
Interpretar los resultados de un informe genético no es fácil sin la ayuda de un experto
- Revelan solo una probabilidad. El peligro de este tipo de test no es que existan errores en el análisis genético (identificar las alteraciones genéticas que hay en tu genoma es sencillo), el problema es que los resultados que se obtienen en la mayoría de las enfermedades que se analizan son solo probabilidades y no certezas.
- Pueden crear falsas alarmas. Tener un 5% de riesgo de sufrir una enfermedad concreta puede provocar una angustia innecesaria si no sabes, por ejemplo, que es la misma probabilidad que tiene el resto de la población. Por ello es importante la mediación de un médico para evaluar y transmitir la información: normalmente al consumidor le faltan herramientas para poder interpretar los resultados.
- A veces se basan en estudios poco contrastados. Bru Cormand asegura que los resultados que se ofrecen en algunos de estos test se basan en estudios que no están suficientemente contrastados (son preliminares, están hechos con muestras pequeñas... en definitiva que es necesario investigar más). De hecho, un estudio publicado en Nature asegura que el 40% de los resultados que se ofrecen en estos test son falsos positivos.
Y aunque, obviamente, los test que analizan el riesgo de enfermedades son los que pueden crear más alarma, los nutrigenómicos no están exentos de polémica porque si no están basados en estudios suficientemente contrastados pueden llevar a cambiar tu hábitos alimenticios, por ejemplo dejar el gluten o la leche, cuando quizá no sea necesario. "En realidad es un negocio que va demasiado rápido y falta regulación al respecto por parte de los estados", asegura Cormand.
- El catedrático de genética de la Universidad de Barcelona asegura que, en líneas generales, las grandes compañías que se dedican a realizar test genéticos son las que ofrecen mayores garantías. Aunque en realidad la mejor clave para no incurrir en engaños o errores es realizarlos bajo petición y supervisión médica.
Los test genéticos son una herramienta importantísima en la prevención y el tratamiento de enfermedades, pero deben realizarse con todas las garantías.