El objetivo es conseguir reactivar al sistema inmune para que vuelva a plantar cara a la infección.
La pandemia de la covid ha demostrado los logros que se pueden conseguir si científicos de todo el mundo trabajan en un mismo objetivo. Las vacunas contra el coronavirus han salvado millones de vidas.
Vacunas contra otras enfermedades se han intentado y no han tenido mejor suerte. Ya sea por insuficiente financiación o porque esos virus mutan demasiado para lograr una vacuna preventiva. Hay tres enfermedades infecciosas especialmente graves: la tuberculosis, el sida o la hepatitis.
La tuberculosis era la enfermedad que más muertes causaba en el mundo hasta la llegada de la covid. Y el sida sigue extendiéndose sin cura. Solo se ha podido frenar su letal avance, a base de una medicación de por vida y que provoca molestos efectos adversos.
Una vacuna reactivadora
Estas enfermedades son crónicas, lo que quiere decir que el virus que las provoca no desaparece. Se estable un equilibrio entre el virus y el sistema inmune. Llega un momento que las células inmunitarias dejan gradualmente de luchar. Se agotan.
Esta vacuna pretende devolver fuerzas al sistema inmunitaria para volver a enfrentarse al patógeno
“Lo que planteamos es que es posible desarrollar una vacuna inespecífica que pueda reactivar las células inmunitarias”, explica el doctor Christian Brander, jefe del grupo de Inmunidad Celular en IrsiCaixa, y que lidera esta investigación.
El objetivo es conseguir reactivar al sistema inmune para que vuelva a plantar cara a la infección. “No vamos a poder eliminar todas las enfermedades, pero creo que podríamos crear suficiente inmunidad para controlar algunas infecciones”, considera el doctor.
¿Qué es una vacuna inespecífica?
Las vacunas se entienden normalmente como una vacuna preventiva. Damos al sistema inmune una pista de cómo es el virus para que lo identifique y se active unas de esos billones de células que tenemos, las específicas para ese virus. Es lo que ocurre con la mayoría de vacunas que conocemos, como la de la covid.
“La nuestra es una vacuna terapéutica. Es diferente. Son vacunas destinadas a luchar contra la infección una vez ya detectada. Estamos hablando de inmunoterapia”, ha aclarado el doctor en un debate de la Fundación La Caixa
Es decir, buscan conseguir que nuestras defensas vuelvan a reagruparse y a luchar con nuevas fuerzas contra un enemigo que no han conseguido vencer hasta el momento. Esa reactivación inmunitaria sería tanto por lo que respecta a las defensas específicas contra el virus como las más genéricas, las defensas inespecíficas. Es decir, su técnica podría aplicarse a diversas infecciones.
Cómo actuaría esa vacuna
Para entender el proyecto hay que aclarar que, dentro del complejo sistema inmune hay varios tipos de defensas. Las que más conocemos son las células B, que crean los famosos anticuerpos. Estos anticuerpos son específicos para cada patógeno (el virus o bacteria que nos invade). Se encargan de evitar que entre en las células.
"Una vacuna universal contra todas las infecciones es imposible porque colapsaría nuestro sistema inmune"
El otro tipo de inmunidad son un tipo de células que actúan una vez el virus ha invadido la célula. Son las células T. “Cuando reconoce un patógeno esta célula T se reproduce hasta que tenemos muchísimas de ellas y que puedan atacar”, explica el doctor.
- Algunas de estas células, llamadas “killers” (asesinas) matan las células propias que han sido infectadas para evitar que reproduzcan más virus.
- Otras células T se llaman “helpers” (ayudantes) y colaboran con los anticuerpos para evitar que el virus continúe infectando más células.
Ya se ha hecho con ratones
La teoría se basa en investigaciones previas que ya se están aplicando con éxito en el tratamiento de tumores. La inmunoterapia parte de la base de que se puede curar un tumor enseñando a las defensas a reconocerlo y atacarlo.
“El cuerpo crea frenos cuando no ha podido acabar con el patógeno para no crear constantemente células inmunitarias. Lo que intentamos es sacar esos frenos y volver a activar además la inmunidad innata, que son células no específicas y que atacan a todo tipo de patógenos”, dice el doctor Brander.
Los resultados con ratones que ya se han hecho están siendo muy prometedores. “Nuestra inyección tiene una doble eficacia. También impulsa nuevas respuestas inmunes. Es como poner gasolina al coche, para que se mueva, porque solo con sacar los frenos no basta”.
Esa gasolina es que si activas las inmunidad inespecífica ayuda a activar también la inmunidad específica para el patógeno concreto que te haya infectado.
¿Puede haber una vacuna de todo?
Pero ha de quedar claro que pese a que hablen de vacuna universal, "una vacuna contra toda infección que encontremos en nuestra vida no es posible, porque significaría aumentar las defensas demasiado y va a ser perjudicial", aclara el doctor.
La vacuna universal es tener un buen sistema inmune. "La vacuna universal es posible, es tener una microbiota intestinal sana, mantener una vida saludable, dormir bien, hacer ejercicio y tener poco estrés", concluye el especialista.
Lo que se está investigando es una vacuna que pueda hacer frente a algunas enfermedades crónicas concretas. Se espera que el primer logro sería contra los virus que pueden provocar cáncer, como ha pasado con el del papiloma humano.