La obesidad es un problema de salud global. Y de momento no hay ningún fármaco eficaz para tratarla.
En el caso de la obesidad visceral, las consecuencias son aún más nefastas porque aumenta en gran medida el riesgo cardiovascular.
Y si hay una etapa de la vida en la que se acumula más grasa en la cintura es tras la menopausia debido al descenso de estrógenos.
Esta grasa acumulada alrededor de los órganos es mucho más difícil de eliminar y las dietas muchas veces no funcionan.
Ahora, investigadores de Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins han descubierto que un fármaco de la familia de la Viagra también activa la quema de grasa y reduce la obesidad y la acumulación de grasa alrededor del hígado, mejorando la función cardíaca.
Y todo ello sin realizar cambios en la dieta o la actividad física diaria. Eso sí, parece que este efecto quemagrasa se produciría especialmente en mujeres posmenopáusicas.
Frenar el síndrome metabólico
Para entender cómo han llegado los investigadores hasta aquí hay que volver la vista atrás.
En 2015 ya demostraron por primera vez que una enzima (la PDE9) presente en el corazón es la culpable de la enfermedad cardíaca provocada por la presión arterial alta.
En base a estos resultados, sospecharon que bloquear esta enzima podría mejorar el síndrome cardiometabólico.
El síndrome metabólico es el combinación fatal de cuatro trastornos:
- Hipertensión.
- Niveles altos de azúcar.
- Colesterol y triglicéridos en sangre.
- Exceso de grasa corporal, sobre todo en la cintura.
De hecho, los médicos consideran el síndrome metabólico una auténtica pandemia y factor de riesgo de infarto, ictus, cáncer o Covid-19.
La familia de la viagra
A día de hoy, los fármacos que inhiben la enzima PDE9 siguen siendo experimentales.
Se han probado en humanos para detectar enfermedades como el alzhéimer o la anemia de células falciformes. Y se han tolerado bien pero se ha abandonado su uso.
De hecho, lo más parecido a un inhibidor de esta enzima es la Viagra, que bloquea otra enzima de la misma familia, la PDE5.
detalles del estudio
Para probar si este tipo de fármaco (inhibidor de PDE9) es eficaz para combatir la obesidad y el síndrome cardiometabólico, los investigadores sometieron a ratones a una dieta alta en grasas que les llevó a duplicar su peso corporal y sufrir diabetes y colesterol alto en cuatro meses.
A un grupo de ratones hembras se les extirparon quirúrgicamente los ovarios (cuando estos dejan de producir estrógenos aumenta la grasa abdominal), y a la mayoría de los ratones también se les aplicó presión sobre el corazón para imitar mejor el síndrome cardiometabólico.
A continuación, a un grupo se le dio el fármaco y al resto un placebo durante 8 semanas. En el grupo que tomó el fármaco, los resultados fueron los siguientes:
- Los ratones hembras sin ovarios (simulan la posmenopausia) perdieron un 27,5% más de peso. Y los machos un 19,5% más. Esto ocurrió sin perder nada de masa muscular. Tampoco comieron menos ni hicieron más ejercicio.
- Disminuyeron el colesterol y los triglicéridos en sangre.
- También se redujo la grasa en el hígado a niveles comparables a ratones alimentados con una dieta normal.
- Mejoró la fracción de eyección del corazón, que mide el porcentaje de sangre que sale del corazón cada vez que se contrae.
- No aumentó la masa cardiaca, mientras que en los que tomaron el placebo si aumentó. El aumento del tamaño del corazón es señal de estrés cardíaco.
Activar el metabolismo
¿Cómo consigue todos estos efectos el fármaco? Parece ser, según vieron los investigadores, que activa uno de los reguladores maestros del metabolismo de las grasas.
Al estimularlo, aumentan los niveles de genes que producen las proteínas que controlan la quema de grasas, o dicho de otra forma, la eficacia con la que las células consumen grasa como combustible.
Descubrieron también que este regulador del metabolismo de las grasas es el mismo que activan los estrógenos. Por eso las mujeres tienden a engordar cuando llega la menopausia y los ovarios dejan del producir estrógenos.
Sin duda, se trata un gran hallazgo para combatir la obesidad en la menopausia.
"No estoy sugiriendo que hay que quedarse viendo la televisión y tomar una pastilla, pero sospecho que combinado con dieta y ejercicio, los efectos de un fármaco que inhibe la PDE9 pueden ser aún mayores", concluye David Kass, principal investigador del estudio.