Una investigación científica con animales ha observado que los medicanetos para la migraña quitan el apetito.
Algunos medicamentos muestran con el tiempo funciones inesperadas, muy distintas de las iniciales para las que fueron fabricados. Seguramente el caso más conocido sea el de la aspirina, que pasó de ser un analgésico a un protector cardiovascular.
Una investigación ha descubierto que los triptanes, uno de los grupos de fármacos contra la migraña más recetados, pueden tener un efecto en el control del peso.
El triptán también adelgaza
De momento se trata solo de una investigación científica, realizada con ratones. Pero los resultados son significativos.
"Hemos demostrado que existe un potencial real para reutilizar estos medicamentos, que ya se sabe que son seguros, para la supresión del apetito y la pérdida de peso", ha asegurado el doctor Chen Liu, del Instituto del Cerebro Peter O'Donnell Jr., en Texas.
Uno de estos fármacos actúa sobre un receptor de la serotonina que también controla el apetito
En el estudio se probaron seis marcas de triptanes diferentes y se administraron a animales obesos. Los ratones que probaron cuatro de estos medicamentos comieron menos que los animales a los que no se les dio ningún fármaco.
El más efectivo resultó ser el frovatriptán. Después de 24 días tomando una dosis de este medicamento, los ratones perdieron un 3,6% de peso. La reducción es más significativa si se tiene en cuenta que en el mismo periodo, los otros ratones no medicados ganaron peso, más de un 5% de su peso inicial.
También hay que señalar que dos de estos triptanes no dieron resultado alguno y los ratones comieron igual que los otros.
Por qué adelgaza este medicamento
"Encontramos que un medicamento en especial puede mejorar en un mes la manera en que se metaboliza la glucosa, lo cual es bastante impresionante", ha dicho el doctor Liu, que es el coordinador de la investigación.
Para entender la base científica de este descubrimiento, tenemos que centrarnos en uno de los neurotransmisores más conocidos: la serotonina, la llamada hormona de la felicidad. Como sabes, este mensajero químico está tanto en el cerebro como en otras partes del cuerpo, especialmente en las tripas, enviando información.
Los triptanes se han recetado para una migraña aguda o una cefalea de racimo
Además de ser una hormona fundamental para el bienestar, también regula otras funciones, como la temperatura corporal y, lo que nos interesa aquí, el sistema digestivo y el apetito.
Hay quince receptores de serotonina diferentes. Los receptores son moléculas que al detectar la serotonina avisan a la célula para que cambie de comportamiento como respuesta.
Entre los medicamentos triptanes, cada uno va dirigido a un receptor de serotonina diferente. Pudiendo modificar o no la respuesta al apetito.
Por qué no se había visto antes
Como ya se sabía la importancia de la serotonina en el apetito, no es nada nuevo que se hayan hecho estudios sobre cómo modificarlo. Más en un país como Estados Unidos, con un problema de sobrepeso en la población muy grande: más del 40% de los estadounidenses son obesos.
Además, podría pensarse que un fármaco tan popular habría podido mostrar fácilmente que también reduce el hambre. Sin embargo, hay que tener en cuenta dos factores:
- Los triptanes se utilizan para tratar migrañas agudas y las llamadas cefaleas en racimos. Es un medicamento de uso puntual, ante un ataque de migraña. No es un uso diario, que es donde se han visto los efectos.
- Los triptanes más comunes comercializados hasta ahora se dirigen a unos receptores diferentes al que se ha seguido en esta investigación.
Los científicos de Texas, tras los primeros ensayos, han puesto el foco en el receptor de serotonina 1B, que no se había estudiado bien previamente en los estudios del apetito.
Cuándo se podrá usar este medicamento para adelgazar
"Este hallazgo podría ser importante para el desarrollo de fármacos -ha explicado el doctor Liu-. No solo aportamos luz sobre el potencial para reutilizar los triptanos existentes, sino que también llamamos la atención sobre el receptor 1B como candidato para tratar la obesidad y regular la ingesta de alimentos".
La ventaja en estos ensayos es que el medicamentos ya ha sido aprobado y se sabe que es seguro
La ventaja de este tipo de ensayos clínicos es que el medicamento en cuestión ya ha sido probado y se sabe que es seguro. Lo que pasa es que no en las dosis ni con la función que ahora se le querría dar.
Además, estamos en un primer estudio con animales de laboratorio. Aunque estudios previos han mostrado que los mecanismos neuroquímicos no son tan diferentes, quedan muchas pruebas por hacer. Y se han de hacer con prudencia, sobre todo cuando el beneficio es algo que se puede obtener de muchas otras formas.
- El mejor camino para la pérdida de peso sigue siendo el más natural y sano: buenos alimentos, bajos en grasas y frescos. Y ejercicio físico.
En suma, que acabemos gastando más calorías de las que consumimos y de un modo paulatino en el tiempo.