La lucha contra el tabaquismo requiere medidas firmes como la que pretende poner en marcha Cataluña. El conseller de Salud de la Generalitat de Cataluña, Josep Maria Argimon, ha anunciado en una entrevista a TV3 que pretenden aprobar una normativa para prohibir fumar en las terrazas de los bares y que sean "espacios libres de humo". También estudian añadir a la prohibición las marquesinas y las entradas y salidas de los centros educativo.
La normativa no ha gustado al sector de la restauración, pero el conseller ha recordado que cuando se prohibió fumar en bares y restaurantes parecía el fin de estos negocios y no ha sido así.
En declaraciones a la agencia SMC España, médicos e investigadores han asegurado que es un paso muy positivo para luchar contra el tabaquismo.
Prohibir fumar en las terrazas ayuda a dejar de fumar
La medida de prohibir fumar en las terrazas que pretende aplicar Cataluña no solo es necesaria porque protege a los no fumadores del tabaco, sino que ayuda a la gente a dejar de fumar. Así opina Manuel Franco, epidemiólogo, profesor e investigador en las Universidades de Alcalá y Johns Hopkins, y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria SESPAS.
"Sabemos que llevan décadas diseñando el tabaco para que sea una sustancia altamente adictiva y que, además, es un gran negocio para muchos. Eso es lo tremendo del tabaco: desde los años 60 sabemos que es un peligro para nuestra salud individual y para la salud de la población, y que además hay un gran negocio detrás. Por lo tanto, prevenir que la gente empiece a fumar y además ayudar a que los que ya estamos enganchados dejemos de fumar es fundamental", afirma Manuel Franco.
Además, según Franco, esta normativa protege a los más desfavorecidos. "No fumamos todos por igual en nuestra sociedad, hay gente que fuma más y otros que fuman menos. Los que más fuman ahora son las personas de nivel socioeconómico más bajo, lo cual es todavía más terrible porque quiere decir que las personas que enferman más son las que menos dinero tienen y las que menos acceso tienen a poderse curar. Por tanto, esa dimensión de equidad que tiene esta medida de Cataluña es muy bienvenida".
Prohibir fumar en las terrazas para reducir el humo ambiental
Prohibir fumar en las terrazas es una petición que llevaban años haciendo las sociedades científicas de salud pública.
"Diversas investigaciones muestran que, en entornos como las terrazas, las paradas de autobús o alrededor de entradas de colegios, existe una mayor exposición al humo ambiental del tabaco, por lo que la regulación de estos espacios podría ser positiva para proteger a la población de ese humo", apunta Pedro Gullón, investigador en el grupo de Salud Pública y Epidemiología y profesor de la Universidad de Alcalá.
En algunas terrazas la concentración de humo es similar a la que había antaño en el interior de los bares. "En estudios realizados en Madrid y Barcelona, las concentraciones de PM 2,5 y nicotina ambiental en terrazas (normalmente que incumplen la actual legislación y están prácticamente cerradas) era similar a las concentraciones que teníamos en el interior de bares y restaurantes antes de la ley del tabaco de 2010", explica Esteve Fernández, director de Epidemiología, Prevención y Control del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología y director del centro colaborador de la OMS para el control del tabaquismo en el Instituto Catalán de Oncología.
Prohibir fumar en la terrazas para no normalizar el tabaco
Años atrás veíamos normal fumar en el trabajo o dentro de un bar. Ahora es inconcebible. Prohibir fumar en las terrazas ayuda a desnormalizar el tabaco y esa desnormalización, según los expertos, es clave para luchar contra el tabaquismo.
"Se desnormaliza el hecho de estar haciendo una actividad lucrativa o reunido con los amigos en cafeterías o restaurantes que estén abiertos al exterior y que se asocie ese ocio al consumo de tabaco. Esto a la gente joven le viene muy bien: desnormalizar el consumo aunque sea en espacios abiertos. Y ya por extensión estaría muy bien que se cumpliese también en playas y otros recintos abiertos como conciertos. Tenemos que ir a más, aunque sean espacios abiertos totalmente", subraya José Luis Díaz-Maroto, médico de familia y responsable de comunicación del grupo de trabajo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Prohibir fumar en las terrazas reduce el riesgo de cáncer de pulmón en fumadores pasivos
"El riesgo de sufrir cáncer de pulmón o infarto de miocardio entre las personas no fumadoras pero que están expuestas al humo ambiental del tabaco es un 20-25% mayor que en las personas no fumadoras y no expuestas al humo del tabaco", explica Esteve Fernández.
Esto afecta no solo a los clientes que no fuman pero que se sientan en una terraza, ya sean niños, adultos o ancianos, también afecta a los trabajadores de la hostelería.
¿Dónde más habría que prohibir fumar?
Además de prohibir fumar en las terrazas, habría extender la medida a "los entornos escolares y las entradas de edificios (el humo se difunde a los interiores), las paradas y marquesinas de autobuses y tren en exteriores. Teniendo en cuenta el gran impacto medioambiental del tabaco porque las colillas son muy contaminantes colillas, también habría que prohibir fumar las playas y piscinas, los parques y los jardines de cualquier tipo", añade Esteve Fernández.
Queda parada la reforma de la ley del tabaco en España
En España no se hacen reformas en la ley del tabaco desde 2010. En 2021 el gobierno español anunció que tenía listo el borrador del "Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025". Un proyecto muy ambicioso para aplicar a lo largo de 4 años y que tenía por objetivo prohibir fumar en el coche, en las playas y en las terrazas de bares o restaurantes.
El borrador fue enviado a las comunidades autónomas, así como a sociedades científicas y médicas, para que presentasen sus valoraciones. En total son 119 páginas que recogen las 5 metas y 21 objetivos que se pretendían lograr en los próximos cuatro años.
Lamentablemente, tras meses de intenso trabajo para elaborar la reforma legal de la ley del tabaco, el gobierno ha decidido pararla y ha anunciado que no lo hará en esta legislatura.
El nuevo plan contra el tabaquismo que ha quedado paralizado iba más allá de los cigarrillos con nicotina y perseguía también los cigarrillos electrónicos o los productos de tabaco calentado.
Su consumo ha aumentado entre los más jóvenes y existe la falsa creencia de que no son tan nocivos como el tabaco convencional, cuando en realidad sí lo son.
Según un informe de la World Heart Federation, los cigarrillos electrónicos aumentan el ritmo cardiaco, la presión arterial, los latidos irregulares, los problemas vasculares, el riesgo de coágulos sanguíneos y casi duplican el de sufrir un infarto.
En este sentido, el proyecto pretendía "equiparar por ley la publicidad, promoción y patrocinio" de estos nuevos productos con el tabaco de siempre.
También perseguía una mejor regulación de la venta y consumo de productos de tabaco, con o sin nicotina.
Asimismo, se quería acabar con la publicidad encubierta y las promociones en redes sociales y plataformas de estos productos.
El borrador de la ley antitabaco también incluía implantar el empaquetado genérico de las cajetillas de tabaco como ya han hecho Francia o Australia. Ya no se podría ver la marca en la cajetilla, ni presumir de ella. También se querían prohibir los aditivos que dan aroma al tabaco y a productos relacionados.
Por otra parte, el plan del ministerio quería aumentar los impuestos de los nuevos productos de tabaco para igualarlos con los del tabaco convencional. Eso incluye gravar los cigarrillos electrónicos con impuestos especiales. Y es que el objetivo de este plan era alcanzar la meta de la OMS de reducir un 30% el consumo de tabaco para el año 2025, lo que implica medidas como aumentar la fiscalidad de los nuevos productos de tabaco.
A diferencia de los planes anteriores antitabaco, este nuevo borrador incluía abiertamente dos cuestiones:
Buscar "alternativas al cultivo del tabaco". España es el tercer productor europeo de hoja de tabaco, una industria que genera más de 40.000 empleos, 2.800 millones de euros al año y recauda fiscalmente 9.000 millones. El cultivo de tabaco se realiza sobre todo en Extremadura.
Limitar el impacto medioambiental de los residuos del tabaco (las colillas). Y aquí es donde se incluye la prohibición de fumar en las playas para evitar el impacto negativo de las colillas en el ecosistema marino.
Un plan ambicioso inspirado en los estándares que marca la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud para conseguir, poco a poco, una "generación libre de tabaco". Lamentablemente ha quedado paralizado.