“Os voy a contar una historia impresionante. Muchos sabéis que solo tengo un pulmón. El derecho. Desde los 20 años.” Con este mensaje la periodista de la revista Lecturas Pilar Eyre explicaba una reciente experiencia médica.
Al hacerse un TAC en su revisión periódica, el neumólogo que la atiende le ha explicado que su pulmón se había expandido: “Ha empujado tu corazón hacia la axila y está ocupando el lado izquierdo”.
Según la periodista, el especialista se había asombrado. Lo cierto es que más allá de que este aumento sea especialmente significativo, no es un caso único.
¿Cuándo se expande un órgano?
Nuestro cuerpo está bastante bien encajado un órgano con otro. Ya estamos creados para que haya una cierta armonía. Como bien saben las embarazadas, si se empieza a expandir un órgano, puede provocar algunas molestias en otros órganos que se ven desplazados.
No ocurre siempre, pero los órganos cercanos se pueden extender hacia donde estaba el pulmón
Una situación diferente es cuando, por una enfermedad o accidente, perdemos un órgano, como puede ser un pulmón o un riñón.
“El lugar que ocupaba el pulmón se llena primero de aire, luego de líquido, que se reabsorbe, y finalmente se fibrosa por completo y se retrae”, explica el doctor José María Ignacio, director de la Unidad de Neumología del Hospital Quirónsalud de Marbella.
- Como consecuencia de esa retracción, los órganos cercanos se pueden expandir un poco hacia donde estaba el pulmón.
“El pulmón se puede expandir un poco hacia ese espacio. No ocurre siempre”, puntualiza el doctor Ignacio. “También pasa cuando no quitamos el pulmón entero, sino solo una parte. El pulmón restante se empieza a dilatar y cuando hacemos una radiografía ya no vemos todo el hueco”.
No se desarrolla como un músculo
Lo que no ocurre es que el pulmón restante trabaje de manera extra y aumente su fuerza como si fuera un músculo.
“El pulmón es una estructura elástica”, recuerda el doctor. No funciona de la misma manera que un músculo. Al dilatar puede compensar parcialmente la capacidad previa, pero no como desarrollaría un músculo.
- La capacidad pulmonar con un solo pulmón siempre se reduce. “Quizá no un 50%, pero si un 30% o 40% de lo que tenía previamente”, nos cuenta el neumólogo.
Sí se puede, con rehabilitación, potenciar la capacidad de la caja torácica para tener mayor capacidad respiratoria. “Podemos potenciar la musculatura del diafragma, para ayudar a respirar mejor, pero eso no es el pulmón”, aclara.
Una manera de animar al paciente
Se puede vivir sin un pulmón, como se vive sin un riñón. La naturaleza los ha duplicado precisamente para asegurarnos su funcionamiento.
Eso no quiere decir que sea una situación ideal. Lo ideal es tener los dos. La vida no tiene por qué verse reducida si uno se cuida. Y el ánimo del paciente es un factor importante. Por eso no es de extrañar que los médicos puedan buscar formas de animar, destacando los avances en una situación que no es la más deseable.
No se puede ejercitar el pulmón, aunque sí la musculatura del diafragma para mejorar la respiración
“Pilar, nunca había visto algo así... ¡las ganas de vivir de tu pulmón!” es lo que explica la periodista que le comentó su especialista. Puede que, efectivamente, sea un caso especialmente significativo.
“No podemos entrar a valorar este caso concreto sin haberlo visto”, apunta el doctor Ignacio. En todo caso, no es tan extraño que ocurra.
Según Eyre, su especialista sopesaba incluso escribir un artículo para una revista médica. Quizá fue solo una manera más de animar, sin pretender que su comentario se viralizara. El tiempo dirá si el pulmón de la periodista se convierte finalmente en tema de estudio.