El 2021 será un año en el que a buen seguro oiremos hablar mucho de dos temas: vacunas y salud mental. Las vacunas probablemente ocuparán el primer lugar del podio por razones obvias, pero la salud mental no se quedará atrás.
La situación a la que han tenido que enfrentarse nuestros sanitarios o las consecuencias del aislamiento social que han provocado el primer confinamiento y las restricciones de movilidad que no dan tregua han tenido su impacto, y en algunos sectores de forma muy fuerte.
En el caso de los profesionales sanitarios, casi la mitad tiene un alto riesgo de sufrir un trastorno mental después de la primera ola de la pandemia de la Covid-19. Y un 3,5% presenta tendencias suicidas.
Estos alarmantes datos son la conclusión de dos estudios del proyecto MINDCOVID liderados por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y médicos del Hospital del Mar y del CIBER.
la difícil situación de los sanitarios
Los dos trabajos se han basado en una serie de encuestas anónimas en línea realizadas a profesionales sanitarios de los 18 centros hospitalarios de 6 comunidades autónomas.
En total, han participado 9.138 respondiendo a preguntas sobre:
- Su trabajo durante la primera ola de la pandemia; las relaciones familiares; el impacto de la Covid-19 tanto a nivel personal como en el entorno familiar, social y laboral; así como preguntas dirigidas a detectar posibles trastornos mentales.
Obviamente, ya había sospechas de que la pandemia había pasado factura en la salud mental de los sanitarios pero "los datos indican una prevalencia mucho más alta de la esperada", ha afirmado el Dr. Jordi Alonso, autor principal del estudio y director del Programa de Epidemiología del IMIM-Hospital del Mar.
Y es que la situación que les tocó vivir no fue fácil. Según el estudio que se ha publicado en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental:
- El 80% de los encuestados estuvieron involucrados directamente en el cuidado de pacientes Covid-19, y un 43% estuvieron en contacto durante casi todo el tiempo.
- El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron ingreso hospitalario.
- En un 13,4% de los casos, algún miembro de la familia directa resultó infectado; y en 1 de cada 4, el profesional tuvo que confinarse o quedar en cuarentena.
La factura de la pandemia entre los sanitarios
Las encuestas han sacado a la luz el impacto real de la primera ola de la pandemia en la salud mental de nuestros sanitarios:
- El 45,7% presenta un riesgo alto de sufrir algún tipo de trastorno mental y necesita una evaluación profesional para confirmar la presencia de un trastorno mental.
- El 14,5% sufre un trastorno mental discapacitante, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social.
Por patologías:
Además, las sanitarios que habían sufrido un trastorno mental antes de la pandemia tienen el riesgo de volverlo a sufrir a consecuencia de la COVID-19.
"Los resultados del estudio no nos sorprenden, pero nos preocupan", explica el Dr. Víctor Pérez, último firmante del trabajo y director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar. En su momento este centro ya atendió a muchos sanitarios con estrés agudo, agotamiento y ansiedad; y como otros hospitales pusieron en marcha programas de apoyo emocional para los afectados.
El estudio también ha identificado a los sanitarios más vulnerables:
- Son sobre todo las mujeres jóvenes, en especial las auxiliares de enfermería y la enfermeras. Casi el 70% de las auxiliares y el 50% de las enfermeras tienen un alto riesgo de trastornos mentales.
Tendencias suicidas
Al margen de la prevalencia de trastornos mentales, el estudio también revela que el 3,5% de los sanitarios han tenido pensamientos suicidas y un 0,1% intentos de suicidio.
“Esto es preocupante, sobre todo debido al riesgo ya aumentado de suicidio entre los profesionales sanitarios antes de la aparición de la pandemia. El estudio MINDCOVID demuestra que este aumento del riesgo se explica en parte por la presión sufrida por los centros sanitarios en términos de coordinación y personal durante la primera ola", afirma el Dr. Philippe Mortier, investigador postdoctoral del IMIM-Hospital del Mar, del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y firmante de los dos trabajos.
Los datos ponen de manifiesto la necesidad de hacer esfuerzos para evitar contagios y evitar que los sistemas sanitarios se vean desbordados, alertan los expertos.
Más depresiones entre los adolescentes
El ejemplo de los sanitarios es extremo porque ellos han estado a pie de trinchera, pero la salud mental también se ha visto resentida en otros colectivos.
- Recientemente, neurólogos del Centro de Neurología Avanzada alertaban del aumento de los casos de depresión entre la población andaluza.
La pandemia de la Covid ha aumentado el aislamiento social y los problemas de sueño. Y eso ha provocado que aumenten los casos de depresión entre los adolescentes, un colectivo que no acostumbraba a padecer este trastorno, o que se cronifique en ancianos.
Gran parte de la población se siente ahora más decaída o con más estrés que 6 meses atrás
Sin entrar en el terreno de las patologías mentales, el III Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon revela también que el 21% de los españoles se siente triste o decaído en situaciones de aislamiento social y el 22% afirma sentir estrés y ansiedad cuando no pueden seguir con su vida habitual.
- ¿Qué hacer ante ello? Los expertos sugieren que hay que recordar que esta situación es efímera, transitoria y que pasará, aunque no haya fecha de finalización. Y mientras, no hay que perder la paciencia.
En fácil decirlo pero no siempre lograrlo. En todo caso, si no estamos bien y hay indicios de trastorno mental conviene consultarlo enseguida con un especialista, ya sea psicólogo o psiquiatra.