El efecto ‘propoising’ que pueden sufrir en las cervicales los pilotos de Fórmula 1

Los pilotos de Fórmula 1 están sometidos a algo más que tensión y nervios en las carreras. Uno de los riesgo a los que se ven expuestos es el de sufrir lesiones cervicales. Uno de los nuevos motivos es el llamado ‘propoising’ o efecto rebote. Sus consecuencias ya las han padecido pilotos como Carlos Sainz o Fernando Alonso.

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Qué es el efecto ‘propoising’ o rebote que pueden sufrir los pilotos de Fórmula 1
Gtres
Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

La Fórmula 1 es un deporte que, pese a desarrollarse sentado o precisamente por eso, no está exento de provocar lesiones. No hablamos únicamente de un accidente, cuyas graves riesgos son obvios. Las fuerzas y presiones a las que se ven sometidos los pilotos en las carreras, con las aceleraciones y sobre todo los giros les han causado numerosos problemas.

A lo largo de los años se han intentado subsanar con más y mejores medidas de protección. Sin embargo, los nuevos diseños de los coches han hecho aparecer nuevos problemas. “Estamos viendo cómo la columna de los pilotos, especialmente la zona cervical, se ve sometida a un stress biomecánico excesivo”, advierte el neurocirujano Ignasi Catalá, vicedirector del Instituto Clavel. La razón es el efecto rebote o ‘propoising’.

En qué consiste el efecto rebote

Con la nueva aerodinámica de los coches, los especialistas advierten que se está viendo que se producen movimientos repetidos de los pilotos de flexión y extensión en las aceleraciones en rectas. Es como si movieran la cabeza para decir sí muy seguido. Son el resultado de una “aspiración” osucción” del coche hacia el suelo con el rebote consecutivo.

La aerodinámica de los coches hace que el piloto flexione el cuello muy seguido cuando acelera en las rectas

Entra aire por abajo y por arriba hace vibrar al piloto. Conscientes de que están ante un problema, los ingenieros y escuderías se están esforzando en mitigar este efecto que han bautizado como ‘propoising’.

Este tipo de movimientos de la cabeza rebotando de manera repetitiva podrían dar lugar a lesiones”, señala el doctor Catalá.

Cómo afecta a los pilotos

Hasta el momento no se ha comunicado que el efecto rebote haya supuesto un aumento del dolor cervical o de espalda alta en los pilotos. Pero sí se han dado casos de mareos, malestar y dolores de cabeza.

Entre los pilotos que los han padecido están los españoles Carlos Sainz (de la escudería Ferrari) y Fernando Alonso (Alpine). También sus compañeros de escudería Esteban Ocon (Alpine), y Charles Leclerc (Ferrari).

Deberemos de estar atentos, en especial si no se consigue eliminar del todo el efecto rebote, dado que este tipo de movimientos repetitivos podrían dar lugar a lesiones de los ligamentos o de los discos cervicales con el tiempo”, insiste el doctor Catalá.

Cómo se refuerzan las cervicales

Esas repercusiones son semejantes a las que puede padecer la población general que se pasa mucho tiempo con el cuello inclinado mirando el móvil, lo que los expertos denominan “text neck” (cuello de leer). “Lo que provoca es un desgaste del disco de las cervicales, también le puede ocurrir a los corredores que estiran mucho el cuello”, nos explica el neurocirujano.

Apoyando la cabeza en la pared y presionando unos diez segundos ayudamos a fortalecer la musculatura del cuello

Por fortuna, también es cierto que los pilotos, además de una marcada juventud, cuentan con una musculatura cervical muy entrenada.

Ese entrenamiento se hace con gomas específicas para el cuello. De todas formas, el doctor Catalá apunta otros ejercicios sencillos para fortalecer la musculatura del cuello que puede ser útil para toda la población que quiera reforzar la zona cervical:

  • Basta apoyar la frente en la pared y hacer fuerza diez segundos. Luego relajas. Y vas repitiendo varias veces este gesto.
  • Cambias de posición. Te pones de lado y apoyas el lateral de la cabeza en la pared. Vuelves a hacer fuerza diez segundos. Repites el ejercicio con el otro lado.
  • También es útil reforzar los hombros y el pecho. Todo el ejercicio que hagas con el brazo ayuda a ello y ya estás potenciando las cervicales”, añade el doctor.

El collarín que salva vidas

Además, las normas de seguridad en las carreras son cada vez más estrictas y se intentan evitar los errores del pasado, sobre todo para proteger el cuello. Una zona que ya antes de que se avanzara hacia los nuevos coches de carreras se veía muy expuesta.

En cada curva los pilotos soportan fuerzas de hasta seis veces la gravedad y en caso de impacto pueden llegar a ser de 47 o incluso 72 veces la fuerza de la gravedad. Eso llevo a que desde el año 2003 sea obligatorio el uso del HANS (Head and Neck Support, refuerzo de cabeza y cuello), una especie de collarín cervical posterior.

Este collarín, además de proteger a la columna cervical de un movimiento brusco posterior, evita una aceleración excesiva hacia delante de la cabeza. Se impide con ello lesiones cervicales de dislocamiento como las que se especula que fueron la causa de la muerte de Ayrton Senna en 1994.