El alzhéimer es una enfermedad en la que influyen muchos factores y algunos de ellos perfectamente controlables. Según la Sociedad Española de Neurología, el 35% de los casos se pueden atribuir a factores de riesgo modificables.
Y uno de los factores que aumentan el riesgo de este tipo demencia es la diabetes.
Una década antes, o incluso más, de que aparezcan los primeros síntomas de alzhéimer, el cerebro ya empieza a experimentar cambios. La glucosa alta en sangre de forma crónica podría acelerar esos cambios en el cerebro.
Hace tiempo que se conoce el vínculo entre diabetes y alzhéimer. Lo que no se sabía hasta ahora es cómo afecta la hiperglucemia a las neuronas.
Un equipo de la Universidad de Nevada ha demostrado que la hiperglucemia crónica, es decir la diabetes mal controlada, afecta el rendimiento de la memoria de trabajo y altera aspectos fundamentales de las redes de la memoria de trabajo.
cómo afecta la Diabetes tipo 2
La diabetes afecta a casi 6 millones de españoles, especialmente a mayores 65 años.
En el 90% de los casos, se trata de diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes, a diferencia de la tipo 1, está directamente relacionada con unos malos hábitos de vida y aparece con la edad.
El problema va en aumento y cada año aparecen alrededor de 386.000 nuevos casos.
La diabetes tipo 2 es un gran factor de riesgo cardiovascular, pero también lo es de alzhéimer. Sin embargo, "no estaba claro por qué", afirma James Hyman, autor del estudio.
El equipo que lidera Hyman parece haber descubierto el porqué de esta nefasta relación:
- "Demostramos que una característica central de la diabetes, la hiperglucemia, altera la actividad neuronal de manera similar a lo que se observa en los modelos preclínicos (antes de que empiecen los síntomas) de la enfermedad de Alzheimer", señala.
- "Esta es la primera evidencia que muestra que los cambios en la actividad neuronal debidos a la hiperglucemia se superponen con lo que se observa en el alzhéimer", explica.
Así pues, podría decirse que la glucosa alta en sangre de forma continuada provoca cambios en el cerebro que favorecen la demencia.
El diagnóstico de la diabetes ha aumentado rápidamente en los últimos años, y lo mismo ha ocurrido con el alzhéimer. Quizá la explicación resida, aunque sea en parte, en el vínculo que existe entre ambas patologías.
Efectos de la hiperglucemia en el cerebro
Los investigadores observaron que dos partes del cerebro que son fundamentales para la formación y recuperación de recuerdos, el hipocampo y la corteza cingulada anterior, están súper bien conectadas y sincronizadas.
- Se encargan de la memoria más inmediata, de que nos acordemos de la conversación que hemos tenido hace unos minutos.
Cuando llegó el momento de recordar la información correcta y completar una tarea, estas dos partes del cerebro, que se ven afectadas al principio de la progresión de la enfermedad de Alzheimer, se comunicaban en exceso entre sí, lo que provocaba errores.
Pues bien, esa sincronía, esa correcta y justa comunicación entre neuronas, que tiene que haber entre las diferentes partes del cerebro para que funcione bien puede verse alterada por unos niveles altos de glucosa.
Hyman compara la situación con la de un CEO de una empresa que entrega la mayoría de las operaciones comerciales de la compañía a su hijo y este decide cambiar las estructuras de comunicación anteriores y convertirse en el único guardián de la información.
- "La única comunicación que tiene el CEO es con una persona, su hijo, en lugar de hablar con todas las demás personas en la oficina", señala Hyman.
- "Es posible que en los pacientes con alzhéimer haya una conexión excesiva en ciertas áreas donde debería haber flexibilidad".
Y la hiperglucemia podría favorecer esa actividad neuronal anómala.
Controlar la obesidad para controlar la diabetes
La diabetes es un problema de salud de primer orden que no deja de crecer. El tratamiento de la enfermedad se centra básicamente en el control de los niveles de glucosa, pero esta podría no ser la estrategia más efectiva.
Un estudio del UT Southwestern Medical Center ha demostrado que es mucho más útil esforzarse primero en el control de la obesidad y luego en la regulación de los valores de glucosa.
Los investigadores afirman que bajar un 15% o más del peso corporal puede tener un efecto modificador de la enfermedad en la diabetes tipo 2, un resultado que es inalcanzable con cualquier otra intervención para reducir la glucosa.
El enfoque actual para el tratamiento de la diabetes se basa en estudios clínicos de la década de 1.980, que encontraron que reducir el azúcar en la sangre da como resultado menos complicaciones de la enfermedad.
Probablemente esta estrategia de control de la diabetes ya esté obsoleta.