Melones y sandías son las dos frutas más consumidas en verano.
Este verano las sandías y los melones se han convertido en las frutas más polémicas. La prensa se ha hecho eco de una queja detrás de otra. Primero fue la carestía que había en algunas grandes cadenas de supermercados.
Se achacó entonces a los problemas climatológicos en las zonas de producción. Y la solución no fue menos polémica. La importación de sandías de Marruecos hizo que se detectaran niveles altos del pesticida metomilo, por encima de lo permitido en la Unión Europea.
Se reduce el tamaño de los melones y sandías
Los productores de melones y sandías han querido explicar la realidad de su sector este año. Pese a las polémicas y lo que pueda parecer, es una buena campaña.
Admiten que ha habido una reducción en cuanto a la cantidad del producto del 30% en las primeras recolecciones. Lo atribuyen a las últimas lluvias y tormentas que se registraron en la península ya entrando en el verano.
Eso también ha repercutido en que no solo hubiera poca cantidad, sino que el calibre tanto de melones como de sandías fuera menor. Entre 1 y 2 kilos. Pero son circunstancias que están revertiendo. Poco a poco se va a ver más piezas de entre 3 y 4 kilos.
Durante este mes de agosto se espera que “la calidad de melones y sandías sea como siempre extraordinaria”, ha asegurado el productor manchego Mario Picazo, en declaraciones a Europa Press.
Parecido problema han tenido los productores del Melón de Carrizales, conocido también como melón de piel de sapo, muy característico de Alicante, y que también se ha visto reducido de tamaño, que ya de por sí era más pequeño.
El precio también puede bajar
Estos agricultores confían en que el aumento de la producción y tamaño se note en pocos días. También en el bolsillo del consumidor. “El precio será correcto”, dice Picazo.
Las lluvias a finales de primavera han afectado a las primeras cosechas españolas
Lo único que puede cambiar esta tendencia es si hay un cambio en las condiciones climáticas. El sol más constante de julio y las altas temperaturas han permitido mejorar la producción. Mientras que las lluvias de verano lo que pueden hacer es que aparezcan hongos en las raíces y malogren la cosecha.
Si hasta ahora has visto estas frutas de tamaño grande es probable que sea porque son las producidas en Marruecos o Senegal, dos de los países de los que más se importan. De hecho, ya copan el mercado. Casi un 70% de las sandías que compramos proceden de África.
Los agricultores españoles se están quejando de esta invasión del mercado y que no siempre se especifica claramente la procedencia de la fruta. Algo a lo que están obligados los distribuidores en España.
¿Afecta el tamaño a la calidad?
El tamaño en sí no refleja la calidad de la sandía. Lo importante es que sea jugosa, que tenga suficientes agua. Para confirmar esto lo que hay que notar es que sea pesada en relación con su tamaño, sea cual sea este tamaño. Si la sandía pesa poco es que se ha ido deshidratando.
Que una sandía o melón sea más o menos dulce depende de otros factores como la genética y las condiciones de la explotación y el nivel de maduración. Contrariamente a lo que se suele pensar, las piezas más pequeñas suelen ser más dulces, porque tienen una mayor concentración de azúcares.
Otros aspectos que has de tener en cuenta para elegir una buena sandía:
- No debe agrietarse. Mira su superficie. Si no es uniforme o hay grietas es señal de que ha recibido un golpe, de que el riego no ha sido regular o de que hay insectos en su interior.
- Mira la mancha amarilla. Esa mancha en la parte de abajo es un indicativo de cuánto tiempo ha pasado madurando. Cuanto más tiempo, más probable que esté más dulce. Si la mancha presenta un color blancuzco, es señal de que se recolectó demasiado pronto y no ha podido alcanzar el grado óptimo de maduración.
- Golpea con los nudillos la corteza. Si el sonido es hueco, es que ya está lista para comer. Si es un sonido tenue y sin resonancia, está aún verde. El problema es que si lo hacemos todos, la sandía puede estropearse.
Las pistas para elegir un buen melón son similares. La piel de tono cobrizo es más dulce. No debe tener manchas verdes. Y en el caso de la piel de sapo, escoge el de estrías circulares, más dulce que el que las tiene alargadas de punta a punta.