No cruces por un lugar con agua estancada porque no sabes cuanto cubre o si hay corriente.
Las fuertes lluvias que han aparecido en España durante este mayo, después de la sequía, han creado otro problema. En Madrid, por ejemplo, la tormenta que cayó el lunes por la tarde obligó a dejar muchos coches abandonados en balsas de agua.
También se han visto por las redes imágenes de numerosos conductores y viandantes en situaciones de riesgo al pasar por lugares peligrosos, en riadas y grandes charcos. Parece que hay gente que no es consciente de la fuerza del agua.
La importancia de mirar el tiempo
Cualquier conductor mínimamente experimentado ya sabe que conducir con lluvia es siempre más complicado y peligroso que en condiciones de buena visibilidad. Por tanto, la primera norma cuando nos avisan de que se aproxima un tiempo muy inestable y con riesgo de aguaceros es limitar al máximo los desplazamientos.
No es una observación tópica. Desde la Dirección General de Tráfico advierten de que mucha gente se toma a la ligera las advertencias y siguen con los viajes planeados bajo el tópico de “esto no me va a pasar a mí”. Y así tenemos unos índices altos de siniestralidad y problemas en situaciones tan complicadas.
Incluso si no ha habido un aviso con antelación, pero vemos que ya ha empezado a llover con fuerza, es mejor desistir del viaje. Piensa que en cuestión de minutos buena parte de las carreteras van a estar inundadas. La mayoría de carreteras no están preparadas para desplazar las grandes cantidades de agua que caen con una DANA.
Son situaciones excepcionales y que requieren medidas excepcionales. Anular o retrasar un desplazamiento tendría que estar en los planes de todo conductor precavido y responsable.
Aparca el coche en lugar seguro
Si las fuertes lluvias nos cogen conduciendo, vamos a ver qué podemos hacer para minimizar lo más posible los riesgos. Tal y como comentan desde la cadena de talleres Norauto, lo más sensato es estacionar el vehículo en un lugar seguro y esperar a que la lluvia reduzca su fuerza.
Por lugar seguro, se entiende lejos de rieras o ríos. En un lugar elevado, con algo de inclinación, donde el agua no se estanque, sino que continúe el descenso. Lo primero que se inundan son los garajes situados en sótanos, por lo que puede no ser una buena idea ir a estacionar en la planta baja de uno, pensando que estarás a resguardo.
Ni la última ni la penúltima plaza. Ojo porque las inundaciones pueden cubrir más de un piso, dependiendo de la localización del garaje. Y nada de quedarse dentro cuidando el coche. Debes salir. Si el garaje se acaba inundando, tampoco podrás hacer nada.
Consejos si conduces con lluvia fuerte
Si nos pilla el chubasco mientras aún estamos circulando, sigue estos consejos:
- Reduce la velocidad. Recuerda que el suelo mojado siempre exige mayor tiempo de frenada, incluso en coches preparados. Además, la visibilidad es menor.
- Aumenta la distancia con los otros vehículos. Por la misma razón que lo anterior, ten muy presente que el coche de delante puede frenar en cualquier momento inesperadamente. Estamos todos en una situación de incerteza.
- Enciende las luces de posición y cruce. Es importante que nos vean y que veamos. Si la lluvia es realmente excepcional, puedes también encender las luces antiniebla.
- Ten más paciencia y calma. Durante la conducción es habitual ver situaciones de estrés y de conductores poco empáticos con los errores de los otros. Ahora es el momento de vigilar más que nunca nuestras reacciones y intentar que nos afecten lo menos posible si nos critican a nosotros.
- No pases por charcos profundos. Si llegas a un punto en el que hay una balsa de agua y desconoces la profundidad, no pases. Hay un mayor riesgo de aquaplaning.
En el aquaplaning perdemos el control del vehículo. Las ruedas pierden el contacto con la carretera debido a que los neumáticos encuentran más agua de la que pueden desalojar. Es como si te quedaras sin volante. Por lento que vayas, es una situación que no querrás vivir.
Qué hacer ante una inundación o riada
Si te ves en una situación en que has quedado atrapado en una riada, se debe llamar a emergencias lo antes posible, el 112.
Si el agua ha llegado aproximadamente a los 30 centímetros, quédate en el coche con el cinturón abrochado. Parece poco intuitivo quedarse dentro, pero las riadas tienen una fuerza descomunal. Si sales puede arrastrarte la corriente.
No te arriesgues por querer salvar el coche y recuerda que hay un seguro compensatorio para estos casos
Si el agua empieza a arrastrar el coche, entonces sí hay que salir. Lo más seguro es que no puedas abrir la puerta. Sal por la ventana y no nades contracorriente. Intenta agarrarte a algo firme. Si no hay nada cerca, quédate en el techo del vehículo a esperar a los servicios de emergencia.
Si el coche se ha quedado hundido en una riada, tienes derecho a reclamar una compensación. Pero no esperes que tu seguro lo cubra. Estas situaciones de riesgo climático las asume el Consorcio de Compensación de Seguros. Puedes contactar a través de su teléfono gratuito: 900 22 665.