Cómo cambia la vida al pasar de 142 kilos a 60

Rosa, de 39 años, se sometió a un by-pass gástrico (un tipo de cirugía de reducción de estómago) hace dos años. Para ella el físico no era un problema pero esa operación, tras la que redujo su peso a más de la mitad, fue el primer paso para recuperar su salud.

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Mujer contando su historia

Mar Claramonte
Mar Claramonte

Periodista

 

 

Los kilos de más habían acompañado a Rosa desde niña, pero no impidieron que llevara una vida satisfactoria. "El físico era algo secundario para mi. Siempre he sido una persona muy activa y extrovertida, aunque con sobrepeso porque comía mucho y mal, picoteaba constantemente…"

"Creo que nací con hambre: ya de pequeña devoraba, pero tenía ansiedad por volver a comer en seguida. Y a muchas personas de mi familia les ocurre lo mismo, es algo genético. Es muy difícil luchar contra eso", reflexiona Rosa.

La obesidad deterioró su salud

Los problemas llegaron cuando el sobrepeso derivó en obesidad, una enfermedad grave –en España causa la muerte de 131.000 personas al año– de la que empezó a tomar conciencia especialmente cuando decidió ser madre.

Cansancio, apneas, hipertensión, diabetes... Son habituales en personas con obesidad

"Me costó mucho quedarme embarazada a causa de la obesidad. Mis dos embarazos fueron de alto riesgo: tuve hipertensión, diabetes gestacional, una preclamsia que hizo que los niños nacieran prematuros..."

  • A lo largo de su vida había seguido innumerables dietas, y aunque en alguna ocasión conseguía perder bastantes kilos, siempre los volvía a recuperar e incluso sumaba otros más.
  • Con 37 años llegó pesar 142,5 kg, de modo que "me cansaba mucho, tenía apneas, me tenía que poner insulina ocho veces al día… Ya no podía hacer cosas cotidianas como cortarme las uñas de los pies, depilarme las piernas, ir detrás de los niños…".

la cirugía bariátrica como solución definitiva

Tras un chequeo médico, un doctor la alertó de que su salud corría peligro: "Mis analíticas indicaban que no podía esperar. Le vi las orejas al lobo, me di cuenta de que era muy joven para estar así".

Decidió someterse a una reducción de estómago"por salud y para atender adecuadamente a mis hijos, no por estética". Pero la lista de espera en la sanidad pública era de 8 años.

"El único tratamiento para curar la obesidad grave es una cirugía que implique algún tipo de reducción de estómago"

Optó entonces por ponerse en manos del doctor Joan Pujol Rafols, jefe del Servicio de Cirugía de la Clínica Tres Torres de Barcelona y Director de la Unidad de Cirugía de la Obesidad y Metabólica (UCOM) de este centro, que la operó.

  • El Dr. Pujol, considerado uno de los especialistas más prestigiosos en el ámbito de la cirugía bariátrica (del griego baros, que significa peso) en España, afirma que “los estudios científicos demuestran que el único tratamiento para curar la obesidad grave, cuando ya es peligrosa para la salud, es hacer algún tipo de reducción de estómago”.
  • Las personas 'candidatas' a someterse a esta intervención son aquellas con un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40. Es decir, cuyo porcentaje de grasa en el organismo es excesivo y lo desequilibra.
  • Sin embargo, el Dr. Pujol advierte queno es apropiada para personas a las que simplemente les sobran algunos kilos: "no está justificado pasar por el quirófano si no se trata de personas obesas, ya que como en cualquier otra cirugía, implica una parte de riesgo: puede sangrar, infectarse...".

De todos modos, según asegura este experto, "hemos aprendido mucho y la tecnología nos ha ayudado tanto, que hay un 99% de garantías de que salga bien".

Asimismo, añade que "esperamos 5 años antes de evaluar el resultado, y el porcentaje de éxito es de alrededor del 80%, entendiendo no solo que los pacientes pierden mucho peso tras la operación, sino que la mayoría no vuelve a engordar nunca."

un cambio radical

De entrada, para Rosa la transformación de su cuerpo fue lo más impactante y evidente, tanto que, como cuenta, "a veces aún voy por la calle y no me reconocen, y si lo hacen es por mi voz o por mis niños".

No obstante, remarca que "hay mucho más que el cambio físico. Ya no tengo diabetes, a la semana de operarme se me arregló todo. Solo tomo unos suplementos de vitaminas".

"Hay mucho más que el cambio físico. Tras la operación he ganado seguridad, confianza, autoestima..."

Subraya que "la operación me ha cambiado en todos los aspectos. He ganado seguridad, confianza, autoestima… Es algo de lo que no me daba cuenta porque antes me conformaba con todo, a pesar de que siempre he tenido una personalidad muy fuerte. Ahora me reconozco y me gusto. Me pregunto cómo no lo vi antes, es como si despertara".

El convencimiento de que su vida ha dado un giro en positivo es tal que Rosa lleva dos años celebrando el día de su operación: "Es como volver a nacer. Por eso, cuando llega la fecha celebro mi bari-cumple, con tarta, velas y todo".

EN QUÉ CONSISTE LA OPERACIÓN

El Dr. Pujol aclara que "el término reducción de estómago es poco científico, pero se utiliza mucho porque se entiende muy bien. Los médicos hablamos de la cirugía de la obesidad o bariátrica. Existen distintas técnicas y casi todas van acompañadas de una reducción del volumen del estómago y se hacen por laparoscopia".

  • De entre los distintos tipos de técnicas que hay (manga, banda gástrica y By pass) a Rosa se le aplicó el By-pass gástrico.
  • Consiste en formar una pequeña bolsa en una parte del estómago para reducirlo y derivar la comida para que vaya directamente al intestino delgado, que se acorta un poco.

las claves para no volver a engordar

Como explica el Dr. Pujol, "justo después de la operación, los pacientes notan que se llenan en seguida, con poca cantidad. Y antes de comer, ya tienen menos hambre, debido a que en el estómago quedan menos células que producen grelina (la llamada 'proteína del hambre'), que se activan cuando llevamos mucho tiempo sin comer".

Precisamente, Rosa notó ese efecto tras operarse: "Entré con mucha hambre al quirófano y salí sin apetito". Solo estuvo 3 días ingresada, apenas tuvo molestias y a la semana se reincorporó al trabajo.

Las sensación después de la operación es que te llenas muy rápido

Rosa cuenta que "primero solo tomaba agua a sorbitos y poco a poco, los 2-3 meses sigientes fui añadiendo sólidos. Ahora como de todo, aunque en pequeñas cantidades. Sigo una dieta equilibrada pero no estricta".

Según el Dr. Pujol, "la primera semana tras la operación se suelen perder unos 7 kilos, el primer mes entre 10 y 15 kilos, y en los 6 meses siguientes no se para de perder peso. Luego, se pierde de forma más tranquila". Es lo que le ocurrió a Rosa, que fue adelgazando gradualmente hasta llegar a los 60 actuales.

  • Reconoce que ha necesitado mucha disciplina: "al salir del quirófano ya me quería ver delgada, pero es un proceso, hay que poner de tu parte. Me puse en serio con el cambio de hábitos. Siempre da pereza ir al gimasio, no es fácil, pero me lo propuse y ahora hago ejercicio dos horas al día. Voy a zumba y body-pump, hago bici, camino mucho…"