El Juego del Calamar: por qué engancha la violencia en las series

La violencia de series como el último éxito de Netflix conecta con nuestras emociones más irracionales. ¿És un contenido adecuado para niños y adolescentes? Dos psicólogas nos dan su punto de vista.

Actualizado a
El Juego del Calamar: por qué engancha la violencia en las series
Netflix
Diana Llorens
Diana Llorens

Periodista

En las últimas semanas hay una serie que acapara todos los titulares y conversaciones enla calle y en las redes sociales: “El juego del calamar” de Netflix.

En esta serie coreana, un grupo de personas con graves problemas económicos participan en juegos infantiles con el objetivo de llevarse un premio millonario. Los participantes que no superan las pruebas son asesinados brutalmente.

Tal es el furor que se ha creado, que hasta en los patios de colegio los niños emulan los juegos que aparecen en la serie y fingen disparar a sus compañeros.

¿Por qué nos atrae la violencia?

Son muchos los factores que han convertido esta serie en un auténtico boom y una de las claves es que conecta con nuestro lado emocional.

"Funcionamos mucho desde nuestra parte más emocional y cuando vemos una serie o una película o leemos un libro lo que buscamos es vivir una experiencia emocional", explica Ane Birumbrales, psicóloga de la Clínica López Ibor especialista en población adolescente - adulto joven y terapia familiar.

De acuerdo con la profesora colaboradora de los estudios de Psicología y Educación de la UOC Sylvie Pérez, además de la facilidad de la serie de "conectar con una emoción difícil de controlar", su éxito tiene que ver con que hemos normalizado en cierta manera la visualización de la violencia y la agresividad.

¿Por qué conecta con los adolescentes?

"El Juego del Calamar" es un auténtico fenómeno entre los adolescentes. ¿Qué encuentran en esta serie que les engancha tanto? "La parte más racional de su cerebro se está desarrollando y les tira mucho la parte más impulsiva, del instinto, y todo lo que tiene que ver con el mundo emocional", comenta ​Birumbrales.

Otro factor importante es la presión grupal. "El sentirse parte de un grupo es imprescindible en esta etapa", explica la psicóloga de la Clínica López Ibor.

Es importante que los adolescentes (o niños con una madurez suficiente), "la vean acompañados, que puedan parar la serie, que la madre o el padre o el tutor le pueda explicar lo que está pasando en la serie", indica Birumbrales.

Algunos de los mensajes que transmite la serie pueden llegar a calar en los adolescentes, y por ello es tan importante hablar con ellos y no dejar que solo la comenten con sus iguales. Algunos ejemplos de mensajes negativos que comenta Sylvie Pérez son:

  • Pueden quedarse con la idea de que la agresividad hasta sus últimas consecuencias está legitimada si se quiero conseguir un objetivo.
  • En vez de solucionar los problemas uno a uno, es mejor tirar por la vía rápida y ver si me toca la lotería o un maletín cargado de dinero como en el caso de la serie.
  • El error no está permitido. "No hacemos más que decir que todos nos equivocamos, que no pasa nada… Aquí si te equivocas una vez, se ha acabado", comenta Pérez.

Sin embargo, Pérez recuerda que también hay algún mensaje positivo que se puede destacar "sobre la lealtad, la amistad verdadera, o que el más noble es el que tira adelante", pero para hacérselo ver hay que conversar con los adolescentes.

¿Por qué no es recomendable para los niños?

Aunque “El juego del calamar” no es una serie para niños y la propia plataforma online no la recomienda para menores de 16 años, lo cierto es que la ven y la imitan.

"Es una serie muy violenta y no deberían verla", indica Birumbrales. "Los niños pequeños no están capacitados para gestionar todo lo que implica la serie y pueden tender a la repetición o pueden tener conductas fuera de lugar".

En la serie son precisamente los juegos infantiles los que acaban de forma sangrienta, algo que para Sylvie Pérez es un "robo o perversión del juego infantil".

"En los niños pequeños el juego es su medio de aprendizaje y ensayan cosas de la vida en el juego (la cooperación, la frustración…)", explica.

El papel de las redes sociales

Son muchos los niños que seguramente no han visto la serie pero les han llegado fragmentos a través de redes sociales como YouTube o TikTok. Y es que en un mundo tan conectado es prácticamente inevitable que esto ocurra.

"Es importante acompañar a nuestros hijos en lo que hacen en su día a día y obviamente las redes sociales son parte de la vida social complementaria de un adolescente o de un niño", explica Birumbrales. "Igual que nos preocupamos por lo que hacen en el mundo físico es importante también hacerlo en el mundo virtual. No tendríamos que hacer diferencias".

¿Cómo gestionar lo que ven los niños?

¿Cómo podemos decir que no pueden ver este tipo de contenido a los niños pequeños cuando la presión entre de los amigos es tan grande y la que sufren los padres también?

"Debemos asumir nuestra responsabilidad como adultos, cada uno en nuestro papel (como padres, maestros, abuelos…) y saber poner límites", explica Pérez. No se trata de ser autoritarios, sino de explicarles que no está recomendado para su edad y que nosotros mismos lo hemos visto y no lo consideramos adecuado.

Si les dejas hacer todo no les proteges”, asegura la psicóloga. Y a menudo, cuando unos padres se niegan a que su hijo haga algo que no es apropiado para su edad, otros de su entorno también se suman.

Por otro lado, señala Pérez, "también debemos asumir que no llegamos a todo y volver a tomar la responsabilidad”. No se acaba el mundo si el niño ha visto la serie (o partes) sin que nos demos cuenta, pero entonces debemos sentarnos con él y hablar sobre qué le ha parecido o qué ha entendido.