Oliver en el hospital, en una foto que ha subido su padre Alejandro Romero en su perfil de Instagram.
A Oliver, un niño malagueño de dos años aparentemente muy sano, de repente, a mediados de octubre de 2022, le empezó a costar andar y comer. Por el trabajo de su padre en ese momento residían en México. En el hospital, mientras le hacían pruebas empeoró rápidamente.
Le detectaron un tumor cerebral: “Tumoración de la fosa posterior. Ependimoma e hidrocefalia”, escribía el padre en una llamada de auxilio desesperada.
Detrás de esos términos tan complicados hay uno de los tumores más extendidos en niños. Oliver viajó a Barcelona y los médicos del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona lograron extirparle el 98% del tumor.
Pero la lucha no ha acabado.
Por qué vuelven a operar a Oliver
Después de que le hayan hecho una quimioterapia experimental en Madrid, ha vuelto a pasar por el quirófano.
El tumor no ha crecido y se ha operado para extraer la parte que no se quitó la primera vez
No es por malas noticias. Si no al contrario. Tras la quimioterapia se ha comprobado que el tumor no ha crecido. Por eso los médicos, más de tres meses después, han decidido que es momento de volver intervenir para extirpar la parte de tumor que quedaba pendiente.
El pequeño había quedado muy debilitado tras la primera operación y la quimio. Por eso ha estado siendo tratado por nutricionistas antes de continuar el tratamiento. Lo siguiente es un tratamiento de protonterapia (menos tóxica que la radioterapia).
Qué es el ependimoma, el tipo de tumor cerebral de Oliver
El tumor apareció en la zona situada en la base del cráneo. Allí está el cerebelo y el inicio de la médula espinal que baja por el cuello. Más de la mitad de los tumores cerebrales que sufren los niños se originan en esta zona.
El cáncer del pequeño Oliver es un ependimoma, que afecta a uno de cada diez niños con tumor cerebral
El tipo de tumor, el ependimoma, se pueden formar tanto en el cerebro como en la médula espinal. Se genera en las células ependimarias, unas células específicas que intervienen en la creación del tejido nervioso.
El ependimoma no es un tumor exclusivo de los niños. Puede aparecer a cualquier edad. Aunque es especialmente frecuente en menores. Supone entre el 10% y el 12% de los tumores cerebrales infantiles.
Los síntomas que provoca, además de un fuerte dolor de cabeza, pueden ser vómitos, convulsiones y pérdida de visión, según la afectación.
En qué consiste la hidrocefalia
Olivier además tuvo que tratarse previamente en otra operación de hidrocefalia. Es la acumulación anormal de líquido en el cerebro. Es un problema añadido habitual, puesto que esta acumulación puede presionar al cerebro, dañar los tejidos y la función cerebral.
Nuestro cerebro está rodeado de un líquido, el líquido cefalorraquídeo, cuya función es hacer de airbag, proteger nuestro cerebro de los golpes. Este líquido está en cuatro cavidades interconectadas (los ventrículos cerebrales) en unas cantidades estables. Si aumenta, surge el problema.
El siguiente paso es un novedoso tratamiento de protonterapia, menos dañino que la radioterapia
Este acumulación, sin ser un afectación exclusiva infantil, es la principal causa de cirugía cerebral en niños. Aunque en el caso de Oliver se veía una posible relación con el tumor, en la mayoría de casos de hidrocefalia no se sabe la causa exacta.
La solución es la cirugía: se inserta un catéter (un tubo largo) y se drena el líquido. La presión le impedía ya comer, hablar ni casi moverse. La primera de las operaciones que le realizaron a Oliver en Barcelona nada más llegar fue precisamente esta. La intervención, en la que se le colocó una válvula de derivación ventricular peritoneal, concluyó con éxito.
Cuál es el tratamiento del tumor cerebral
Las operaciones de tumores cerebrales son extremadamente delicadas. Cualquier mínimo error puede ser fatal o dejar secuelas neurológicas de por vida. Requiere unos profesionales muy especializados y medios adecuados. Por eso, el hospital público de México donde estaban no los podía ofrecer.
Cada año se diagnostican más de mil casos de tumores infantiles en España
En este sentido, es una tranquilidad saber que tenemos un centro como el hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, que es un referente en pediatría, y al que se derivan casos complicados de toda España. Es privado, aunque mantiene acuerdos con la sanidad pública.
El tratamiento de Oliver:
- En una primera intervención se le implantó “una válvula de derivación” para seguir tratándole la hidrocefalia y controlar la presión craneal. El líquido se deriva a otra parte del cuerpo para que se reabsorba, en este caso ha sido el peritoneo, en la zona del abdomen.
- Se le administró corticoides, rehidratación y nutrición intravenosa para reducir “la extrema fragilidad” en la que se encontraba en el momento del ingreso.
- En una segunda operación se logró extirpar el 98% del tumor, tan grande como una mandarina, según palabras de los médicos.
- El pequeño recibió la primera alta el 15 o 16 de noviembre. Después de que le den el alta por esta segunda operación irá al Hospital Universidad de Navarra para la protonterapia.
Cuál es el pronóstico de Oliver
Los médicos de México explicaron que el caso es muy grave y de hecho le dieron pocas semanas de vida si no se le intervenía con urgencia.
En el caso de los médicos de Barcelona, confirmaron en su diagnóstico que se trata de un tumor que es que es “muy agresivo y afecta al tronco cerebral”, según un comunicado de Sant Joan de Déu. Pero hasta la fecha todo ha ido bien.
Este caso sin duda ha sido muy mediático por la situación en la que se encontraba la familia y por la ayuda generosa de un empresario anónimo que permitió el traslado. Hay muchos otros niños pasando por situaciones así. Cada año en España más de mil niños menores de 14 años se diagnostican con un tumor.
No obstante, el tumor cerebral no es el más común, sino el de sangre, las leucemias. Uno de cada cuatro tumores infantiles es de este tipo. Los del sistema nervioso, como el de Oliver, son uno de cada cinco.
La esperanza de vida en España tras el diagnóstico de un tumor infantil son del 80%. Es una media. Cada caso es particular y depende de diversos factores.