La viruela del mono es una enfermedad diferente de la viruela "clásica" y los primeros síntomas son dolor de cabeza, fiebre y cansancio.
La viruela del mono es una enfermedad diferente de la viruela que afectó a los humanos y que hemos conseguido que sea la primera enfermedad erradicada del mundo, gracias a la vacuna.
Los síntomas son parecidos, pero esta otra viruela, que provoca el virus orthopxvirus, afecta de una manera menos grave. “Por lo que estamos viendo es una enfermedad que cursa de forma benigna. Las consecuencias para la salud del paciente no son muchas”, señala la epidemióloga Patricia Guillem, catedrática de la Universidad Europea de Valencia.
Los síntomas de la virulea del mono
“El periodo de incubación es entre una y dos semanas, y los síntomas pueden durar entre dos y cuatro semanas”, apunta la doctora.
Los primeros síntomas más habituales son:
- Fibre.
- Dolor de cabeza.
- Dolor muscular por todo el cuerpo.
- Cansancio.
También es habitual que se inflamen los ganglios linfáticos. Estos ganglios se encuentran en las ingles y los sobacos.
Como son signos muy comunes que se comparten con otras infecciones víricas, hay que consultar con el médico, especialmente si pensamos que podemos haber estado en contacto con alguien sospechoso de tener el virus.
La manera en la que se puede estar plenamente seguro de que se tiene el virus de la viruela del mono es mediante una PCR. El mismo tipo de test que hemos hecho para confirmar el coronavirus de la covid.
Hay que tener cuidado con las pústulas
El signo más llamativo y distintivo de la viruela del mono es la aparición de erupciones cutáneas por todo el cuerpo. Se forman como ampollas llenas de líquido.
Estas pústulas aparecen al cabo de entre uno y tres días de los primeros síntomas. Primero aparecen en la cara y luego salen en todas las otras partes del cuerpo, especialmente en los brazos y piernas.
Es una enfermedad autolimitada, los síntomas desaparecen como tarde a los 20 días
Estas pústulas hay que tratarlas con mucho cuidado ya que son una de las formas de contagiar a otros. Esta enfermedad no es especialmente contagiosa. Requiere un contacto estrecho, por eso no se ha extendido hasta ahora pese a que hace décadas que se han descrito los contagios de humano a humano.
El contagio más habitual puede ser por saliva, como al besarse o mantener relaciones sexuales. Es la manera más probable que se haya dado en el actual brote que se ha extendido por España y otros países occidentales.
También puede quedar líquido de saliva o las pústulas en la ropa de cama y puede ser una vía secundaria de contagio. Por eso hay que tener cuidado al limpiar la cama del enfermo.
esta viruela No tiene por qué ser grave
“Es una enfermedad autolimitante, lo que quiere decir que no va a ir más allá de un proceso de 20 o 21 días”, señala la doctora Guillem. “En la mayoría de casos el paciente se recupera sin complicaciones pasado el proceso de la enfermedad .”
Algunos países se plantean vacunar a los contactos estrechos como una manera de limitar la expansión del virus. Hay vacunas contra la viruela, no disponibles en España pero que se pueden comprar a Estados Unidos.
De todas formas, en los países como el nuestro, aunque no hay un tratamiento específico, sí hay opciones. “Al ser un virus se puede poner un retroviral-enumera la epidemióloga-. Si tenemos fiebre un antitérmico. Si tenemos una cefalea se puede recetar paracetamol o algún tipo de medicamento más fuerte para controlar el dolor.”
Se ha hablado de casos en los que los síntomas se agravan. Incluso se han dado cifras de letalidad, que van del 1% y llegan al 10%.
“Es cierto que se han presentado tasas de letalidad muy alarmantes, pero esas tasas hay que cogerlas con pinzas -aclara la doctora- Guilem. Hay que analizar dónde proceden los datos. En países en desarrollo pueda existir más mortalidad. Son países que no tienen una buena red sanitaria. Es normal que se produzca más mortalidad.”