La gran clave para que tu lactancia funcione La experiencia funciona si no interviene la razón. Si la relación amorosa es instintiva. Si no hay objetivos.
Necesitas reorganizar tu casa (y tu vida) para tu hijo Los bebés necesitan que les hagamos un hueco en nuestra casa. Si asumimos que su llegada supondrá cierto desorden, pronto aprenderemos a convivir en armonía.
Superar una mala experiencia en el parto Si conversamos sobre lo que nos ha sucedido y logramos ser conscientes de nuestra realidad emocional, podremos hacer lo que ahora importa: cuidar a nuestro bebé.
Cómo recobrar la paciencia perdida A veces nos sentimos superadas por las exigencias de la maternidad y sentimos como la calma que nos habíamos prometido mantener desaparece. Detectar el motivo real de nuestro enfado es el primer paso a dar.
El sentido de la Navidad En esta época de excesos... ¿cómo pueden disfrutarla realmente los niños y cómo podemos disfrutar (de veras) los mayores?
Una Navidad libre de estrés ¿Qué sentido tienen las fiestas si estamos estresados, enfadados o de mal humor? Navidad puede ser sinónimo de salud, también de poner los niños y sus ritmos como prioridad.
Cuando el deseo de ser madre no es compartido La ilusión por dejar de ser dos para convertirnos en tres no siempre es compartida por la pareja. Conviene pensar sobre ello.
Cuando es tu hijo quien te mira a ti Si están pendientes de nuestros gestos y palabras, intentando descifrar qué nos ocurre, algo no funciona. Somos los adultos los que tenemos que ofrecerles el cobijo de nuestra mirada, la seguridad de nuestro corazón.
Quiere jugar en mi compañía, no sola Que nuestro hijo solicite nuestra presencia no es ningún capricho sino una necesidad.
Cuando su timidez te preocupa Aceptar y apoyar su manera de ser sin caer en la tentación de etiquetarlos. Ese es el desafío.
¿Y sus primeras amistades? Nuestro hijo encontrará amigos con los que compartir juegos y emociones a partir de los tres años. ¿Cuál es nuestro papel?
Hijos libres de nuestra ansiedad Los hijos merecen saber qué nos sucede, pero sin que les contagiemos nuestras emociones.
Cuando llegamos a casa Tenemos tanto deseo de regresar al hogar para estar con nuestros hijos después de un largo día de trabajo, que ese mismo ímpetu nos traiciona. El reencuentro, emocionante, delicado y sin lágrimas, nos pide rebajar nuestro ritmo, acompasándolo al del niño.
El reto de construir otra familia Formadas por parejas con hijos propios y los que se han tenido en matrimonios anteriores, las familias ensambladas se convierten en un territorio abierto para aprender sobre el amor y desplegar nuestra generosidad por el bien de todos.
Sus primeros conflictos Los adultos sufrimos cuando vemos que la generosidad o la actitud cariñosa de nuestros hijos no es correspondida. Nosotros los podemos ayudar a comprender esa realidad.
El verdadero valor de las rutinas Las acciones que se repiten a diario aportan seguridad a los niños. Y esa estabilidad les ayudará a comprender mejor los cambios.
Pequeños grandes cambios Para poder acomodarse a nuevas situaciones, nuestros hijos necesitan una buena dosis de comprensión y palabras de aliento.
¿Qué podemos hacer con su agresividad? El niño que empuja, que pega o muerde está buscando su lugar, reclamando la presencia materna que le procura confort y seguridad. Esa muestra de impotencia e insatisfacción nos está diciendo que algo en nuestra actitud tiene que cambiar.
¿Competir o compartir? Valorarlos en cualquier actividad y ayudarlos a compartir sus pasiones y habilidades es para nuestros hijos el más real de los estímulos.
El verdadero significado de los celos Lejos de la imagen romántica del amor apasionado, los celos son sólo la muestra del miedo, la soledad y la falta de seguridad interior que arrastramos desde la niñez.
El mejor plan de vacaciones con tu hijo pequeño Elegir un lugar donde los niños puedan seguir con sus ritmos nos permitirá disfrutar a todos.
Cuando estemos alejados, metámonos juntos al agua En ella nos sentimos relajados y seguros. Y nos ayuda a reconectarnos.
El puerperio como lucha o como oportunidad Cómo combinar las necesidades del niño pequeño con nuestros propios deseos.
No forcemos su relación con los demás Si entendemos su mundo emocional comprenderemos mejor por qué aún nos necesita tanto.
Mamá, ven, tengo mucho miedo Es frecuente que tengan miedo. Pero no es un invento. Es una consecuencia del desamparo emocional en el que crecen.
No quiere comer nada Qué hay detrás de los niños que no quieren comer. ¿Realmente no comen como deberían? ¿O lo que ocurre es que no lo hacen cuándo y cómo nosotros querríamos?
¿Cómo hago para que mi hijo colabore en casa? Nuestros hijos están siempre dispuestos a colaborar si el objetivo no es sólo limpiar, sino hacer una actividad y divertirnos juntos.
Recupera un tiempo libre para tu equilibrio emocional No es algo banal, ni superficial ni sin importancia. Nos ayuda a sostener las situaciones de estrés.
Divorcio y sentimientos de culpa Poder transitar estos momentos difíciles pasa por reconocer errores o debilidades, y conversar con los niños sin inundarlos con nuestros problemas.
La vuelta a casa con bebés prematuros Es importante saber que es complejo sentir a este hijo como propio. El mayor desafío será, justamente, ir logrando intimidad y conocimiento mutuo.
Sabiduría femenina, de abuelas a madres Con un bebé en brazos necesitamos solidaridad sin condiciones y ayuda sin consejos. Sólo con la sabiduría y el aliento de la abuela se consigue que la madre busque y encuentre su propio camino.
Cuando el bebé tan deseado no llega Si sólo acudimos a la tecnología y olvidamos la historia emocional de cada pareja, los resultados pueden no ser los esperados.
La relación con la familia de tu pareja Iniciar una vida con la pareja que hemos elegido comporta convivir también con su pasado, su historia familiar y sus relaciones afectivas. El nacimiento de un niño nos pone a todos a prueba.
Prejuicios y mitos sobre el destete No importa cuándo ni cómo. Lo fundamental es que el fin de una experiencia única como la lactancia suceda del modo más natural posible. Cada caso, como cada relación madre-niño, es distinto.