En la insuficiencia cardiaca, el corazón no bombea la sangre tan bien como debiera.
Y si el corazón no trabaja bien, la sangre no llega en la cantidad suficiente a todos los órganos. Por eso las personas que sufren insuficiencia cardiaca se sienten cansadas, tienen dificultad para respirar, les cuesta subir escaleras, cargar la compra o incluso caminar.
- Las causas de la insuficiencia cardiaca pueden ser diversas. Las arterias estrechadas en el corazón (enfermedad de las arterias coronarias) o la presión arterial alta pueden debilitar el músculo del corazón o dejarlo demasiado rígido, por lo que le resulta difícil llenarse de sangre y bombear de forma eficaz.
Esta patología afecta a personas de todas las edades, aunque la incidencia aumenta con la edad porque el desgaste del corazón es mayor y hay más riesgo de sufrir enfermedades que le afectan como la hipertensión.
La insuficiencia cardiaca no tiene cura, pero es posible controlar la enfermedad y disminuir los síntomas con hábitos de vida saludables y tratamiento farmacológico.
¿Qué tipo de insuficiencia cardiaca sufres?
La insuficiencia cardiaca se clasifica según el lado del corazón afectado y la gravedad de la misma, tal y como se establece en La insuficiencia cardiaca. Guía práctica para el paciente y su entorno de la Generalitat de Catalunya:
Si nos atenemos al lado del corazón afectado, hablaremos de insuficiencia cardiaca derecha o izquierda.
Insuficiencia cardiaca derecha
El lado derecho del corazón recibe la sangre utilizada por el cuerpo y la envía a los pulmones donde se oxigena.
La afectación de este lado provoca los siguientes síntomas:
- Tobillos y abdomen hinchado.
- Molestias digestivas.
- Disminución de la orina.
- Uñas y labios ligeramente azulados.
Insuficiencia cardiaca izquierda
El lado izquierdo del corazón recibe la sangre oxigenada de los pulmones y la envía al resto del organismo.
Si es este lado el afectado aparece:
- Dificultad para respirar.
- Tos.
- Expectoración rosada.
- Cansancio general.
No hay que olvidar que en la insuficiencia cardiaca ambos lados del corazón pueden estar afectados.
Clasificación según la intensidad de los síntomas
En función de la intensidad de los síntomas, la New York Association clasifica la insuficiencia cardiaca en cuatro clases.
- En la clase I no hay síntomas mientras en la 4, la más grave, aparecen ante cualquier pequeño esfuerzo, incluso en reposo, y limitan cualquier actividad de la vida diaria.
Qué puede haber detrás de la insuficiencia cardiaca
La dificultad del corazón para bombear correctamente suele ser la consecuencia de alguna enfermedad que puede que la persona desconozca que la sufre.
Las causas principales de insuficiencia cardiaca son:
También hay factores que pueden desencadenar la aparición de la insuficiencia cardiaca, desde malos hábitos hasta fármacos (antiinflamatorios, corticosteroides...):
- La ingesta excesiva de sal, la temperatura ambiente alta o la fiebre pueden afectar al trabajo del corazón.
- Otras enfermedades menos comunes que pueden estar detrás son el hipertiroidismo, las arritmias, la anemia, la insuficiencia respiratoria y la renal, la cirrosis hepática...
Cómo se diagnostica la insuficiencia cardiaca
Para diagnosticar la insuficiencia cardiaca el médico valora los síntomas y también puede solicitar pruebas que determinen el funcionamiento del corazón:
- Analítica general.
- Radiografía de tórax.
- Electrocardiograma.
- Ecocardiograma. Determina las estructuras y el movimiento del corazón.
En algunos casos especiales puede ser necesario realizar:
- Prueba de esfuerzo.
- Angiografía coronaria o cateterismo. Se introduce un líquido de contraste por vía venosa o arterial y, mediante rayos X, se observa el recorrido de la sangre por venas y arterias.
Detectarla a través de la saliva
Precisamente con el objetivo de agilizar el diagnóstico de este trastorno cardiaco tan común, desde el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un dispositivo portátil capaz de detectar en muestras de saliva ciertos biomarcadores del trastorno.
- “Este dispositivo no requiere personal especializado y es una herramienta que puede indicar rápidamente la gravedad de la insuficiencia cardiaca. Creemos que puede ser muy útil para el personal médico, especialmente para planificar y evaluar la eficacia de los diferentes tratamientos para los pacientes”, ha dicho al respecto Francesc Teixidor, uno de los investigadores que han participado en su desarrollo.
los buenos hábitos son obligados
La insuficiencia cardiaca no tiene cura pero sí tratamiento para controlar y mejorar los síntomas. Y no consiste en una sola cosa, sino en toda una estrategia que incluye hábitos de vida, fármacos y cirugía si es necesaria.
En cuanto a los hábitos de vida es clave:
Cómo se trata la insuficiencia cardiaca
Los fármacos para tratar la insuficiencia cardiaca tienen por objetivo disminuir la fatiga y mejorar la respiración y la irrigación de los tejidos.
También hay medicamentos que ayudan a prevenir o disminuir la progresión de la enfermedad.
El arsenal es muy amplio: IECA, diuréticos, vasodilatoradores, anticoagulantes... son algunos de los más habituales que se usan para tratar la insuficiencia cardiaca.
Obviamente, el tratamiento será diferente para cada paciente en función de los síntomas y de la enfermedad que haya detrás de la insuficiencia cardiaca.
En algunos casos puede ser incluso necesario algún procedimiento quirúrgico o la implantación de un marcapasos.
La importancia del reposo
Tal y como señala la guía para el paciente elaborada por Beatriz González, de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Trias i Pujol, y los cardiólogos Josep Comín y Josep Lupón, es muy importante mantenerse activo pero también tener periodos de reposo para que el corazón se recupere de los esfuerzos.
- En ocasiones estos enfermos no duermen bien debido a la tos o a los diuréticos que los obligan a levantarse de noche para ir al baño, por lo que hacer descansos a lo largo del día es esencial para superar la fatiga y dar una tregua al corazón.
Cómo sospechar que sufres insuficiencia cardiaca
Los siguientes síntomas pueden alertarte de insuficiencia cardiaca:
- Cansancio. No toleras ningún esfuerzo.
- Dificultad para respirar, sensación de que te falta el aire.
- Taquicardia.
- Pies, tobillos, manos y abdomen hinchado.
- Sensación de plenitud después de comer.
- Aumento de peso sin motivo.
- Estreñimiento o diarrea.
- Disminución de las micciones y de la cantidad de orina.
- Tos seca y expectoración rosada.
- Uñas azuladas.
- Sudoración, confusión o desorientación.