El entrenador de baloncesto Pablo Laso sufrió un infarto el pasado més de junio.
Un infarto cardiaco es un problema muy grave que le cuesta la vida a un 8% de las personas que lo padecen. No obstante, la cardiología es la rama de la medicina donde se ha avanzado más en las últimas décadas. Prácticamente hay tratamiento para casi todos los problemas que surgen en el corazón.
Si tienes suerte, salvas el primer escollo y sales con vida del infarto, los médicos pueden liberar la obstrucción arterial que lo ha provocado. Es lo que le ha pasado al entrenador Pablo Laso.
Los médicos recomiendan actividad tras un infarto
Entonces, surge la duda. ¿Se puede recuperar la vida de antes? ¿Es mejor por tu bien que dejes de ejercer tu puesto si, como es el caso de un entrenador, es una tarea con un alto nivel de estrés?
Antes se recomendaba reposo, hoy es al contrario, volver a ser activos lo antes posible
“En treinta años, las recomendaciones han cambiado mucho. Antes se recomendaba reposo. Ahora los cardiólogos somos partidarios de todo lo contrario, que se reincorporen a la vida activa lo antes posible”, explica el doctor Josep Brugada, cardiólogo del Hospital Clínic de Barcelona.
De todas formas, la respuesta no puede ser un sí o un no. “Requiere matices”, apunta el doctor, puesto que se ha de valorar cuáles han sido los daños que ha dejado el infarto en el corazón y si el paciente continúa siendo de alto o bajo riesgo.
Qué factores influyen en la vuelta
Cuando se produce un infarto, un bloqueo en una de las arterias coronarias no deja que la sangre riegue una parte del corazón. En el área que se quede sin sangre, y por tanto sin oxígeno, las células mueren. Esa área se denomina zona infartada.
El tejido de esa zona pierde la capacidad de contraerse. Según lo amplia que sea la zona infartada, el resto del músculo cardiaco podrá suplir en mayor o menor medida esa falta. Y el corazón recupera la capacidad de bombear como lo hacía antes del infarto.
Además del estado del corazón, el médico ha de valorar y aconsejar a la persona. “Si has tenido un infarto es probable que no hayas hecho las cosas bien. Has de volver, pero también has de cambiar algo en tus hábitos de vida para que no vuelva a pasar. Y si has tenido una vida muy estresada, también has de valorarlo”, nos subraya el doctor Brugada.
Cómo se sabe cuándo se puede volver tras un infarto
“Antes se quedaban un mes en el hospital. Hoy a las 24 o 48 horas después del infarto lo devolvemos a casa”, explica el cardiólogo. A partir de ahí se busca una vuelta a la normalidad controlada pero pronta, puesto que es bueno para su psicología y autoestima.
La prueba de estrés es la manera de confirmar la capacidad de las personas con profesiones que impliquen mucha actividad
Existen una serie de pruebas para comprobar el buen funcionamiento cardiaco.
- Una resonancia magnética permite ver el estado del corazón y suele ser suficiente en pacientes de trabajos sedentarios.
En personas con tareas que suponen mucha actividad o son estresantes, y la de entrenador lo es, es obligado hacer también otras comprobaciones.
- La prueba de esfuerzo es la mejor manera de ver si el músculo cardiaco vuelve a trabajar bien.
Consiste en que el paciente haga unos ejercicios adaptados a su edad y condición mientras se le hace un electrocardiograma. Se descubre así si hay arritmias y la capacidad de trabajo que mantiene el corazón, si está dentro de los parámetros previos o no.
En qué consiste la recuperación de un infarto
A los infartados se les apunta a un programa de rehabilitación cardiaca que dura entre dos y tres meses. En estos programas se dan estrategias para limitar el estrés además de educar en hábitos de vida mejores (dejar de fumar, mejorar la dieta) que suelen ser en gran medida culpables del infarto.
Además se incentiva la actividad, en un programa progresivo:
- Los primeros días se permite andar.
- A partir de la segunda semana se añade la bicicleta estática y tareas del hogar.
- A partir de la tercera se puede hacer deportes de poco esfuerzo, como el golf, o tener relaciones sexuales.
- A partir de la cuarta semana se permite ejercicio más intenso, como correr media hora diaria.
No todos los pacientes lo hacen bien
“Estadísticamente, al principio la gran mayoría de pacientes están asustados y cumplen con las recomendaciones”, señala el doctor Brugada.
Pero el hecho de que vuelvan a sentirse bien y no noten que han sufrido el infarto suele hacer que se vayan relajando las buenas costumbres y se recuperen los malos hábitos.
En este sentido, “es importante el entorno familiar que puede insistirles para que se controlen”, añade el cardiólogo.