La frecuencia cardíaca normal, es decir, el número de veces que el corazón late por minuto cuando una persona está en reposo, suele oscilar en promedio entre los 60 y 100 latidos por minuto en los adultos.
Las pulsaciones, pueden variar en función de diversos factores, como la edad, el estado físico, la salud general, los hábitos diarios y el nivel de actividad.
No obstante, se considera que cuanto más baja es la frecuencia cardíaca en reposo, más eficiente es el corazón. Por eso un atleta bien entrenado puede tener una frecuencia cardíaca de 40 latidos por minuto.
Estudios realizados en personas sanas y en pacientes con enfermedades del corazón demuestran que los que tienen las pulsaciones un poco más bajas viven más años.
Pero, ¿cuál es el umbral de frecuencia cardíaca a partir del cual puede haber riesgo cardiovascular?
Un estudio liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) revela que tener más de 70 pulsaciones por minuto se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular y muerte.
Más pulsaciones, más riesgo para el corazón
La relación entre un mayor número de pulsaciones y mayor riesgo cardiovascular no es nuevo, pero es la primera vez que se demuestra en un estudio realizado con población española.
Además, se ha visto que el límite peligroso es por encima de 70 latidos por minuto, lo que ha permitido predecir el riesgo de muerte en 10 años.
"De promedio, las personas que tienen 80 latidos por minuto en reposo tienen un 30% más riesgo de morir en los próximos 10 años comparado con las personas que tienen 70 latidos por minuto", señala el Dr. Albert Clará, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital del Mar y firmante del estudio.
cómo se ha medido el riesgo cardiovascular
Los investigadores analizaron datos de 10.466 participantes en el estudio REGICOR (Registre Gironí del Cor).
- Mediante un electrocardiograma se les midieron las pulsaciones tras 5 minutos de reposo y se les realizó seguimiento de forma regular durante más de 10 años para evaluar su estado de salud.
- 1.398 de ellos murieron durante el período de duración del estudio y casi un millar (962) presentaron un problema de salud cardiovascular.
Este seguimiento ha permitido establecer que existe una relación entre un mayor número de pulsaciones y un incremento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y mortalidad.
- En concreto, el estudio ha situado en 70 pulsaciones por minuto el umbral a partir del cual crece esta posibilidad.
- Por encima de esta cifra, el riesgo de muerte por cualquier causa aumenta un 30% por cada incremento de 10 pulsaciones por minuto.
la Frecuencia cardíaca como indicador de salud
A tenor de los resultados de este estudio, un indicador sencillo como las pulsaciones puede proporcionar información útil sobre el riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares o muerte en los próximos 10 años, lo que resultaría muy útil para establecer programas preventivos de cuidado del corazón.
El número de pulsaciones responde a las necesidades del organismo en cada momento y está regulado por una parte del sistema nervioso que se llama autónomo, con dos tipos de actividad principales: el simpático, que activa y aumenta las pulsaciones; y, el parasimpático, que las reduce.
La edad, la actividad que hagas y el momento del día en el que te encuentres influyen en tu frecuencia cardíaca, pero hay otros factores que pueden aumentar el número de pulsaciones:
En personas con una frecuencia cardíaca alta, convendría poner en práctica medidas que ayuden a reducir el número de pulsaciones, lo que actuaría como un protector de la salud cardiovascular.
En este sentido, el Dr. Roberto Elosua, investigador principal del estudio y del IMIM, apunta "a evitar el consumo de sustancias estimulantes o promover la práctica de ejercicio físico o de meditación como actividades que nos pueden ayudar a reducir el número de pulsaciones".
¿Cómo medir el pulso por minuto?
Aunque los autores del estudio midieron la frecuencia cardiaca mediante electrocardiograma, puedes saberla también midiéndote el pulso. Puedes hacerlo fácilmente en la muñeca:
- Coloca dos dedos entre el hueso y el tendón sobre la arteria radial, que se encuentra en el lado del pulgar de la muñeca.
- Cuando sientas el pulso, cuenta el número de latidos en 15 segundos. Multiplica el resultado por cuatro para calcular tus latidos por minuto.