En pelos y uñas el efecto del hongo es tan profundo que los productos que se aplican encima (geles, cremas, polvos, espráis...) no son suficientes para eliminar la infección por completo; mejoran, pero reaparece en poco tiempo.
El tipo de tratamiento antifúngico elegido también debe tenerse en cuenta, porque algunos detienen el crecimiento del hongo pero no lo matan (fungistáticos), mientras que otros sí acaban con él totalmente (fungicidas).
En cuanto a la prevención, primero tenemos que ser conscientes de las condiciones que predisponen a las infecciones fúngicas: humedad, exceso de sudoración, otras enfermedades, práctica intensiva de deporte, calzado profesional no adecuado (botas, calzado reforzado, plásticos...).
Lo más importante es que:
- Mantengas una higiene correcta del pie.
- Elimines el contacto con fuentes de contagio.
- Controles el exceso de sudor.
- Uses un buen calzado.
- No interrumpas el tratamiento.
- Y, en caso de que la tengas, manejes bien la enfermedad asociada (infección, úlcera diabética...).