Tu ginecólogo te puede orientar a la hora de recuperar tu deseo sexual pero puedes empezar con sencillos cambios o hábitos diarios para aumentar el deseo.
Los consejos más frecuentemente descritos en las consultas médicas son los siguientes:
- Equilibrar la dieta mediante la incorporación de vitaminas y minerales puede mejorar no solo la libido sino también el vigor sexual, tanto en hombres como en mujeres.
- Algunos potenciadores naturales de la libido, además del conocido ginseng, son el palwén, la maca, el huanarpo macho y hembra, y el yohimbé.
- Procura estar relajada ya que ciertos factores emocionales y físicos como el estrés o el cansancio disminuyen el deseo. Hacer ejercicio físico moderado te ayuda a mejorar estos aspectos: liberas hormonas sexuales y de “la felicidad”.
- Hay fármacos que pueden disminuir el apetito sexual, como los sedantes, los antiespasmódicos y los usados para las úlceras. Pueden afectar también los antihipertensivos, los betabloqueadores (para la frecuencia cardíaca) y los antidepresivos. Pregunta a tu médico si estás tomando alguno de ellos.
- Asegúrate de no sufrir algún trastorno endocrino, como la alteración del tiroides o de las glándulas suprarrenales, u otras alteraciones crónicas como la diabetes y la insuficiencia renal, ya que influyen en la alteración de la libido.
- En el caso de que hayas llegado a la menopausia, hay que tener en cuenta que se produce una disminución hormonal pero en realidad, el bajo deseo sexual que se asocia a esta etapa está más relacionado con las molestias físicas que provoca (sequedad vaginal y dolor) y afectación emocional (irritabilidad, baja autoestima...). Así, el uso de lubricantes y un cambio de actitud pueden darle la vuelta por completo a la situación.