Primero, cuida tu salud. Las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo (como hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad o diabetes) pueden afectar a la audición.
Por ello, mantener una buena salud y unos buenos hábitos, y realizar ejercicio físico que te ayude a tener una correcta circulación sanguínea, pueden reducir la afectación de la audición en un futuro. Además:
- Evita los sonidos intensos. No uses auriculares y baja el volumen de radio, televisión y equipos de sonido.
- No te automediques. Algunos antiinflamatorios comunes, el paracetamol o el ácido acetilsalicílico tomados de manera prolongada dañan la audición.
- Evita los bastoncillos. Introducir cualquier tipo de objeto en el oído puede llegar a herir el tímpano. Para lavarlos, utiliza una toalla.
- Y, por supuesto, no olvides acudir al otorrinolaringólogo para realizar revisiones periódicas.