Pues la verdad es que no lo sabemos. Se puede intuir que quizá sea así, pero no tenemos estudios que nos puedan sacar de dudas.
Las sociedades occidentales nos caracterizamos por el consumo de gran cantidad de proteínas y grasas, con exceso de lípidos saturados. Por lo que, en esencia, los médicos estamos más familiarizados con la situación contraria. Sin embargo,con nuevos fármacos estamos consiguiendo bajar los niveles de colesterol LDL (el "malo") a valores insospechados hasta hace apenas cinco años.
Pero esto, que parece claramente beneficioso a la hora de prevenir la aterosclerosis (principal causa de muerte en Occidente), podría no serlo tanto de cara a mantener la vitalidad de tejidos especialmente grasos (como el cerebro).
Al menos en eso se basan cada vez más profesionales que creen que descensostan intensivos de colesterol podrían no resultar tan beneficiosos como pudiera parecer. Tiempo al tiempo.