Efectivamente, se puede padecer infección por dos gérmenes distintos a la vez.
De hecho, no es extraño encontrarnos con catarros, resfriados o cuadros diarréicos que duran más de lo habitual o que tienen una evolución irregular y no se ciñen a los 3-4 días de “subida” y 3-4 días de “bajada”.
En estos casos, probablemente en lugar de encontrarnos con un único causante estamos ante la presencia de más de un germen. Eso solo se evitaría si por haber entrado un germen en nuestro cuerpo no pudiera entrar ninguno más, algo que ya se ve que no tiene ningún sentido.
Ante el primer contacto con un teórico agente agresor el cuerpo aumenta sus defensas para dificultar su entrada y la de los sucesivos. Pero no lo evita al 100%.
Por eso, podemos padecer infección por dos gérmenes distintos a la vez.
En medicina, esta situación recibe el nombre de ‘coinfección’.