Hay dos condiciones previas que deberían cumplirse y una contraindicación. Vayamos por partes...
Para que el parche pueda hacer su efecto, hay que localizar el punto doloroso palpando la musculatura y situarlo justo en la mitad del parche. Así, los laterales (los electrodos) quedarán a ambos lados y podrán generar efecto analgésico en la zona.
Por otra parte, el parche lleva un gel que facilita tanto el ajuste como la transmisión de la corriente, por eso es necesario limpiar la piel de esa zona. Por lo demás, se puede hacer vida normal y usarlo siempre que se sienta dolor.
Quienes lleven una prótesis pueden recurrir a él porque la corriente es superficial, pero si tienen dudas, mejor que consulten con un profesional.
Una situación muy distinta es llevar un marcapasos o una bomba de perfusión. En estos casos existe un riesgo de generar alteraciones en el funcionamiento del aparato por interferencia con la corriente, por lo que su uso está desaconsejado.