Por el Dr. Juan Carlos Portilla - Vocal de la Sociedad Española de Neurología
En los últimos 10 años distintas evidencias científicas indican que las consecuencias de un traumatismo en la cabeza pueden condicionar discapacidad a largo plazo.
Se ha observado una relación de traumatismos craneales ocurridos más de 5 años antes de la enfermedad con deterioro cognitivo leve y enfermedades neurodegenerativas, como alzhéimer y párkinson.
El desarrollo de demencia puede deberse a un solo golpe o a traumatismos craneales repetidos. En el primer caso, existe evidencia –aunque con dudas metodológicas–, de que el riesgo de alzhéimer puede aumentar de 2 a 4 veces y que existe una relación directa con su intensidad, sobre todo si hubo pérdida de conocimiento.
En cuanto a los golpes repetidos, los estudios se centran en deportistas y también parece existir una asociación.