No disponemos, desgraciadamente, de un tratamiento específico para la mayoría de ataxias y esta enfermedad, que comporta la pérdida del control muscular, suele ser inevitablemente progresiva.
En este contexto aconsejamos:
- Rehabilitación motora y del equilibrio.
- Logopedia para las alteraciones del lenguaje y de la capacidad de tragar.
- Soportes externos para poder caminar bien y prevenir caídas. En algunas ocasiones, la valoración por parte de un terapeuta ocupacional también puede aportar soluciones de adaptación del hogar o que faciliten el cuidado personal y las actividades de la vida cotidiana.
Finalmente, el apoyo emocional y psicológico es fundamental, tanto para el paciente como para su entorno.