El ingrediente principal de la pasta “de colores” es la sémola de trigo, a la cual se añaden otros para obtener distintas variedades. Generalmente, la pasta roja es sémola de trigo más tomate, a la verde se le añaden espinacas...
De todos modos, la mejor forma de saber si realmente lleva verduras o si esas tonalidades se deben al uso de colorantes es leer la etiqueta nutricional, ya que por ley tiene que incluir la lista de todos los ingredientes, aunque estén presentes en una pequeña proporción.
Es cierto que cuando a esta pasta se le añade tomate, espinacas o cualquier otra verdura para darle color se está aumentando un poco su valor nutritivo, pues se obtiene un alimento más completo y con más sabor.
Pero aun así, nunca debemos considerar que hemos comido verdura por habernos preparado un plato de pasta de colores. Y no tenemos que olvidar que una alimentación saludable debe incluir por lo menos dos raciones de verdura y hortalizas al día.