Lo que no debes hacer por tener poco apetito o poco tiempo es empezar el día con bollería o con productos ricos en azúcar. Inicialmente te parecerá que te dan energía, pero después te entrará más hambre.
Si tomas poca cantidad y quieres sentirte saciada, deberías elegir un alimento rico en proteínas como el huevo o el jamón york natural.
Un buen desayuno no tiene que ser muy abundante, pero sí muy completo. Y puedes espaciarlo: si tomas un trozo de pan con proteína animal, un lácteo y una fruta a lo largo de la mañana, habrás cubierto tus necesidades energéticas hasta la hora de comer.
La causa más habitual de no tener hambre a primera hora suele ser cenar tarde y demasiada comida. Sí eso es lo que te ocurre a ti, necesitas cambiar de hábitos en los dos sentidos: procura ir adelantando poco a poco la hora de la cena y ve disminuyendo progresivamente la cantidad de alimentos que te preparas.