El inositol es un nutriente que se produce en el cuerpo a partir de la glucosa. Se encuentra dentro de las vitaminas del grupo B.
En las fuentes animales aparece en forma de mioinositol y está en hígado y vísceras, carnes o leche y derivados. Algunos vegetales
(cereales integrales, cítricos, judías, nueces...) nos aportan ácido fítico que el organismo convierte en inositol a través de las bacterias del intestino.
Las células nerviosas lo necesitan para mantenerse en buen estado; junto con la colina es imprescindible para la formación de neurotransmisores. También es básico para disminuir el colesterol e impedir que las grasas se depositen en el hígado, y para el buen estado de piel y cabello.
Un déficit puede causar ceguera nocturna (abunda en los tejidos oculares) o estreñimiento (por la relajación de los músculos del intestino).