Hay una serie de alimentos y bebidas que favorecen el reflujo, sobre todo:
- Los que son muy grasos o picantes
- Las salsas
- El tomate frito
- El chocolate
- La menta
- Los cítricos
- El café
- Las bebidas carbonatadas.
Pero no todas las personas reaccionan igual, así que te animo a que pruebes con el tomate crudo o cocido en pequeña cantidad y veas si te produce síntomas.
Lo que sí es perjudicial en la mayoría de las personas son las comidas muy copiosas, más aún si van acompañadas de bebidas alcohólicas.
Todo lo que aumenta la presión en el abdomen favorece el reflujo: obesidad, pantalones o cinturones muy apretados, acostarse justo después de comer...
Ciertos fármacos (progesterona, algunos antidepresivos…) afectan al esfínter esofágico inferior, favoreciendo que el ácido suba.