¿Las flores comestibles tienen algún valor nutricional?

¿Este tipo de flores suma algún nutriente a los platos? ¿O es simplemente una cuestión gustativa o para añadir atractivo?

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Dra. Ana Bellón
Dra. Ana Bellón

Médico de familia y experta en Nutrición

Aunque a nosotros nos lo parezca, comer flores no es algo nuevo. Desde hace siglos diferentes culturas las usan para dar color, aroma y sabor a los platos.

Se conocen unas 55 especies comestibles. Las más empleadas son: pensamientos, jazmines, violetas, crisantemos, claveles, amapolas y rosas. Por lo general se consumen los pétalos (amapola), los pistilos (azafrán) o las flores completas (la de azahar).

Son ricas en vitaminas, minerales y fitonutrientes como los flavonoides, pero se consumen en tan poca cantidad que su aportación al plato acaba siendo decorativa y gustativa.

Hay que ser precavidos y consumir aquellas flores que hayan pasado los pertinentes controles sanitarios y vayan acompañadas de un etiquetado completo. La EFSA, que es la autoridad europea para la seguridad de los alimentos, establece claramente la cantidad máxima de insecticidas para las flores comestibles.