Realizar una endodoncia (“matar el nervio”) supone eliminar tejidos que están infectados.
Para eso, el dentista utiliza unas limas (de más fina a más gruesa) y durante ese proceso, lógicamente, se liberan bacterias presentes en la pulpa dental infectada (nervio).
Esas bacterias pueden provocar una ligera reacción inflamatoria alrededor de la raíz del diente que dura unos cuantos días.
Si en vez de molestias se siente un dolor muy fuerte, es importante volver a la consulta para que el dentista valore la situación y decida si se necesita algún tipo de tratamiento o no.