Decimos “limpiar la lente”, pero, en realidad, lo que se ensucia con los años es el saco capsular, una fina capa que recubre el cristalino (la estructura del ojo que permite enfocar objetos) y que se conserva al operar la catarata para implantar la lente en su interior.
- Con el paso del tiempo, este saco puede dejar de ser transparente, lo que empeora la visión que se ha conseguido a través de la intervención quirúrgica.
Es un fenómeno habitual que ocurre hasta en la mitad de los pacientes en los cinco primeros años tras la cirugía.
De todos modos, no hay que alarmarse porque se soluciona en consulta con un procedimiento rápido, sencillo e indoloro: mediante láser se hace una abertura en ese saco y de ese modo el problema queda solucionado de forma definitiva, no hay que repetirlo.
Se puede hacer vida normal de inmediato, salvo que el oftalmólogo indique lo contrario. Simplemente se debe aplicar un colirio antiinflamatorio durante los primeros días.