Ante la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, como puede ser una pestaña, una brizna o arena... es importante no frotar el ojo para no irritarlo o lesionar la retina. En muchas ocasiones es el mismo ojo quien se libera de estos pequeños objetos, a través del pestañeo o las lágrimas.
Si esto no ocurre, lo primero que debes hacer es lavarte las manos antes de examinar el ojo, luego ábrelo bien ente un espejo y en una zona bien iluminada, apartando los párpados para localizar el cuerpo extraño. Para hacerlo, mira arriba y abajo y hacia derecha e izquierda.
Puedes extraerlo con lavados repetidos con un colirio de suero salino y en caso de que no tengas, con agua mineral. Si esto no funciona, puedes probar con un bastoncillo de algodón ligeramente humedecido en suero, teniendo muy cuidado de tocar el ojo con mucha suavidad para no lesionarlo.
Tras extraer el cuerpo extraño, aplica lágrimas artificiales. En ocasiones, las molestias que ha provocado esta molesta situación deja en el ojo una sensación de picazón que debería desaparece en unas horas o, como máximo, en un par de días.
Si la molestia continúa tras este periodo o bien tienes visión borrosa, el ojo enrojecido o dolor o sensibilidad a la luz, no dudes en acudir a tu médico para comprobar que no se haya producido ninguna lesión en el ojo.