Actualizado a
Te propongo tres estrategias para hacer frente al dolor y al desánimo que te causa:
- Evita darle vueltas. El dolor aumenta si focalizas en él tu pensamiento. Crea una frase que te anime, por ejemplo: “Mi dolor va a disminuir poco a poco hasta desaparecer”. Cada vez que te ataque un pensamiento de desánimo, úsala.
- Juega con tu dolor. Imagina que es un personaje diminuto y ponte frente a él: es pequeño, ¿qué puede hacerte? O “concéntralo” en una hoja de papel y después quémala hasta que desaparezca totalmente.
- “Respíralo”. Elige una zona dolorosa, imagina que tiene una gran nariz y “respira” con ella. Siente que inhalas los mejores analgésicos y al exhalar expulsas todo tu dolor. Sé que no es fácil, pero vale la pena intentarlo.